ANÁLISIS: El monte como salida de la crisis por Francisco Javier Loscertales

Pensar en el medio natural como una salida a la crisis no es una locura. Más del 50 por ciento de la superficie de Andalucía corresponde a terrenos forestales y éstos, bien gestionados, adquieren un gran valor social en cuanto a su potencial para generar empleo, cohesionar zonas rurales y revitalizar terrenos, lo que en la práctica supone una oportunidad para el crecimiento económico, el desarrollo tecnológico y el empleo en nuestra comunidad.
En este sentido, el anuncio hecho público por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, en su discurso de investidura, para aprobar de manera inmediata un plan de choque contra el desempleo centrado en tareas de reforestación, explotación de montes y en rehabilitación de viviendas, no pudo ser visto más que con buenos ojos por el sector de servicios forestales en una primera lectura. Sin embargo, para que realmente fuese efectivo, no sólo valía con anunciar su puesta en marcha de manera inmediata, sino que era necesario especificar de dónde saldrían esas partidas adicionales y, sobre todo, a dónde irían dirigidas. El viernes se dio un pequeño adelanto de estos datos y lo único que parece quedar claro es su fecha de inicio, junio, ya que ni se han aclarado las fuentes de financiación ni los proyectos definitivos. Sólo se ha anunciado una reasignación de partidas en los Presupuestos Generales de la Junta y un adelanto de los Fondos Europeos. Poco más se sabe para que la consignación de las aportaciones sea realmente adicional a lo ya contemplado.
Desde la experiencia de la Asociación de Empresas Forestales y Paisajísticas de Andalucía (AAEF) entendemos que esta inversión debe emplearse en proyectos necesarios para el monte andaluz, su revitalización económica, social y ambiental, y esto sólo es efectivo con la licitación de nuevas obras y servicios mediante la libre concurrencia de las empresas privadas del sector. Por ello, es una buena noticia saber que serán las consejerías implicadas las encargadas de sacar a licitación los proyectos incluidos en el plan y no las agencias o empresas públicas, que podrían utilizarlo para autofinanciarse y no para generar nuevos empleos. Según los estudios realizados por esta asociación, el sector forestal se caracteriza por su alta demanda de mano de obra debido a que la mecanización de las tareas se encuentra limitada a unas pocas actividades. En Andalucía, a diferencia de otras comunidades autónomas, existe un sólido tejido empresarial en el ámbito forestal, con amplia experiencia y capacidad, que debe ser empleado en la puesta en marcha y desarrollo de las diferentes actuaciones que se ejecuten. Las empresas forestales andaluzas tienen la capacidad y solvencia necesaria para ejecutar el banco de proyectos que la antigua Consejería de Medio Ambiente –ahora integrada con Agricultura y Pesca– tiene en cartera y son las únicas que pueden generar un empleo estable y de calidad, especialmente en el medio rural.

Francisco Javier Loscertales
Director de la Asociación de Empresas Forestales y Paisajísticas