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La prostitución una forma de evadir impuestos

El diez por ciento de polacos con ingresos no declarados se dedican a la prostitución, o al menos esto es lo que alegan frente al fisco para evitar pagar impuestos por su dinero negro, ya que las ganancias derivadas de esa actividad no tributan en Polonia.

"Obviamente es una cifra demasiado elevada, por lo que es evidente que en la mayoría de los casos se trata de una afirmación falsa que sólo pretende evadir impuestos", explicó a Efe la contable Aneta Tomaszek, quien reconoce que la falta de regulación convierte a la prostitución en un "agujero"a través del cual poder defraudar.


Lo cierto es que en Polonia los servicios sexuales a cambio de dinero no están prohibidos, aunque sí los burdeles que, a pesar de eso, suelen existir disfrazados bajo el nombre de agencias o servicios de acompañamiento. Aunque el pago por sexo está permitido, se trata de la actividad remunerada no sujeta a fiscalización, lo que la ha convertido en una fórmula recurrente para justificar frente al fisco la existencia de dinero negro en la cuenta bancaria.
Pero esta manera fácil de evadir el control del fisco puede tener los días contados, ya que la Hacienda polaca ha decidido pasar a la acción y exigir que las personas que aseguran vivir del sexo demuestren que realmente ejercen la prostitución y que sus ingresos negros provienen de esta actividad. "Como prueba sirven las facturas de hotel, las fotos, las anotaciones en el calendario de trabajo o los correos electrónicos", indicó la portavoz de la oficina fiscal de Lódz (centro de Polonia), Agnieszka Pawlak, en declaraciones a la prensa.


En la oficina de Lódz, pionera en esta lucha contra el fraude, los contribuyentes que aseguran dedicarse a la prostitución son sometidos a una entrevista privada con dos funcionarios, en la que deben probar la existencia de una actividad sexual remunerada. "Por lo general no llegan a esa etapa", añadió Agnieszka Pawlak, ya que la mayoría de personas que alegaban que sus ingresos negros provenían de servicios sexuales son incapaces de demostrarlo y desisten.


Los esfuerzos del fisco polaco pretenden reducir el peso de la economía sumergida en el país centroeuropeo, donde un reciente informe del Banco Mundial (BM) la situaba en torno a la tercera parte del Producto Interior Bruto (PIB). Se desconoce el número de polacos que realmente ejercen la prostitución en Polonia, donde el vacío legal existente contrasta con la intensa publicidad de agencias de acompañamiento, cuyos anuncios inundan los parabrisas con imágenes de seductoras mujeres.


Según el portal especializado en el análisis de los salarios en Polonia, wynagrodzenia.pl, una prostituta de 18 años puede ingresar una media de 180 zloty (unos 45 euros) por una hora de servicio, mientras que la cantidad se reduce hasta los 110 zloty (algo más de 25 euros) cuando se trata de una mujer de 50 años. En cuanto al coste de una noche, ésta oscila entre los 1.200-1.500 zloty (unos 300-380 euros), con Varsovia como la localidad más cara y Poznan como la capital de provincia más barata a la hora de contratar los servicios de una prostituta.
Además de la existencia de un mercado de prostitución real, Polonia es considerado como un lugar de tránsito de la prostitución europea, ya que se estima que unas 15.000 personas, la mayoría de ellas mujeres, pasan cada año de la mano de las mafias, para ejercer esa actividad en otros países de Europa, fundamentalmente Inglaterra, Francia, Alemania, Italia o España.