Barcelona

Mensaje de unidad para convencer en la Unión Europea

Los barones acaban aceptando los criterios de déficit para 2012 y 2013 fijados en el Consejo de Política Fiscal n Las comunidades piden redistribuir el reparto de la carga. «Lo que sale reforzado es el sentido común, aquí hemos hablado de economía; hoy España da un buen mensaje», dice Rajoy > Lagarde califica de «muy, muy valientes» las medidas de España> Rajoy niega que la petición del rescate sea inminente> Mas aparca su desafío nacionalista por un día > Los barones cierran filas y defienden la «unidad» para salir de la crisis> El PSOE reduce su apuesta federal a un nuevo Senado> Principales argumentos y compromisos del acuerdo entre el Gobierno y las CCAA> ANÁLISIS: Un sistema que no funcionaLa Conferencia de Presidentes, en imágenes

Rajoy, con Sáenz de Santamaría, Núñez Feijóo, López y Mas
Rajoy, con Sáenz de Santamaría, Núñez Feijóo, López y Maslarazon

MADRID- El Gobierno consiguió ayer el objetivo que se había marcado ante la Conferencia de Presidentes. Con tensiones crecientes a nivel territorial y con el frente soberanista abierto en Cataluña, la aspiración era un acuerdo de mínimos, «algunos puntos de encuentro», según Mariano Rajoy, para ofrecérselos a una Unión Europea que no deja de vigilarnos con suspicacia. La Conferencia debía de ser una oportunidad para mejorar la imagen de nuestro Estado de las Autonomías en el exterior y a ello se dedicó con énfasis la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, muñidora del pacto que finalmente se consiguió escenificar en el Senado. Por supuesto que es un pacto sensible y en el que por detrás no dejan de empujar las diferencias que separan a los barones territoriales, por intereses de partido y también por intereses particulares de su propia región. Pero lo importante es que la Conferencia se clausuró con una declaración institucional apoyada por todos. Hasta el presidente de la Generalitat, Artur Mas, optó por seguir la corriente y su única queja fue el criterio de reparto del déficit entre el Estado y las comunidades después de que Bruselas haya aceptado ampliarle el margen a España.

En esa misma dirección dieron también la batalla la mayoría de las autonomías no gobernadas por el PP: Cataluña, Andalucía, País Vasco o Canarias. Y esa queja es compartida por regiones populares. De hecho, algunas de ellas, como Castilla y León o Extremadura, ya la dejaron ver en la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Pero para la cita de ayer el Gobierno había pedido «orden» a los suyos, y con ese objetivo se citó incluso Rajoy con todos sus presidentes el lunes por la noche. Una reunión en la que, según la dirección popular, los barones no hicieron causa con el malestar que habían manifestado en público a cuenta de los recortes en las transferencias de los Presupuestos.

Incluso en este delicado punto del reparto del déficit, el Ejecutivo consiguió barrer para casa en la declaración institucional con un párrafo muy genérico pero que, según precisó Rajoy, dejaba claro que los criterios establecidos para 2012 (1,5%) y 2013 (0,7%) eran inamovibles y que, por tanto, será ya para las previsiones de 2014 cuando se podrá revisar el escenario de acuerdo con el mecanismo de la Unión Europea de corrección del déficit estructural. Una terminología tan compleja como los mecanismos técnicos a los que se refiere, y para entonces será ya cuestión de décimas. «Las comunidades se comprometen a cumplir los objetivos de reducción del déficit estructural y acuerdan que el Consejo de Política Fiscal y Financiera establezca un procedimiento de cara al año próximo para determinar los criterios de reparto (...), analizando gastos y servicios», reza el texto.

En la declaración apoyada por todos los presidentes autonómicos se expresa, asimismo, el compromiso con la consolidación fiscal y con las obligaciones derivadas del Pacto Fiscal de la UE. En «román paladino», que los barones solemnizan que aceptan las reglas que les impone Europa en materia de déficit. Lo contrario sería suicida, teniendo en cuenta la difícil situación financiera del grueso de las autonomías: «Rescatadas» por el Estado, vigiladas por Europa y sin bancos que les presten.

El documento incluye también un guiño a la reforma del sistema de financiación autonómica. Sólo se dice que, como manda la ley, un comité técnico evaluará sus resultados para luego proceder, como también obliga la ley, a su revisión. Será el CPFF el que «tome la decisión oportuna». Los presidentes avalan, asimismo, la intervención del Banco Central Europeo (BCE) para garantizar el acceso a una financiación adecuada.

Ni dentro de la reunión ni fuera hubo hostilidad hacia el presidente de la Generalitat. Algunos representantes del PP sí reivindicaron el modelo constitucional, sin llegar al choque con Mas. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, defendió la unidad nacional y que se aparquen las «amenazas territoriales» para lograr de la UE la liquidez financiera que necesita España. El político catalán no le contestó. Tampoco hizo declaraciones y habrá que esperar a ver qué dice hoy en Barcelona. Ante su actitud, Rajoy prefirió tender puentes y elogiar el «sentido común» de utilizar la Conferencia para hablar de lo importante, de economía. El presidente se marchó satisfecho. «Sabemos que aquí seguirán los tiras y aflojas, pero Rajoy sale con el aval que buscaba ante las autoridades de la UE», explicaban en su entorno.