El plazo de Montilla para convocar elecciones el 24-O expira el lunes

La sentencia del Estatut tensó el ya de por sí enrarecido clima político catalán, pero no provocó un adelanto electoral. El presidente de la Generalitat, José Montilla, no consideró conveniente convocar los comicios autonómicos en un momento de máxima tensión, pese a que ERC dio por finiquitado el tripartito poco después del fallo del Tribunal Constitucional.

Desde entonces, los partidos catalanes viven instalados en una larga precampaña, cuyo final puede empezarse a vislumbrar. Montilla ha guardado un secretismo absoluto respecto a la fecha de las elecciones catalanas, pero faltan pocos días para que la incógnita se despeje puesto que se ha comprometido a que la jornada electoral no coincida con la visita del Papa, programada para el 7 de noviembre. Ante este condicionante, el margen es mínimo: o el domingo 24 de octubre o los domingos de noviembre posteriores a la consagración de la Sagrada Familia, ganando más peso el 28 para evitar que la campaña empañe la visita papal, aunque el compromiso de Montilla con el Nuncio se circunscribe sólo al 7-N. El 31 de octubre es poco recomendable pese a que el día 1 se cumplirían 4 años exactos de las anteriores elecciones, pero la festividad de Todos los Santos en lunes juega en contra teniendo en cuenta la gran desafección ciudadana que hay sobre la política. Por otra parte, se da por descartado que las elecciones se celebren en diciembre, pese a que el Estatut da margen hasta el día 12.

Si Montilla escucha al sector del PSC partidario de convocar las elecciones el 24-O la incógnita se despejará como muy tarde el lunes, fecha en que faltarían los 55 días de plazo que marca la Ley electoral. Previamente, según el Estatut, debería comunicarlo a su gobierno, aunque nadie tiene muy claro si debe convocar a los consejeros al Palau o basta con una llamada. De momento, los miembros del Gobierno catalán se verán las caras el martes, después de tres semanas de parón veraniego que, por primera vez, Montilla no ha aprovechado para viajar a La Herradura, donde disfruta de las playas granadinas durante unos días. Se ha quedado en Cataluña preparando los comicios con distintos encuentros, y retomó el lunes una apretada agenda de actos con el fin de hacer visible la obra de gobierno. De hecho, todos los consejeros han programado su agenda en esa dirección, aunque las encuestas no vislumbran una reedición del tripartito y dan un triunfo holgado a CiU.