Parla
Un Ayuntamiento que se desmorona
Aparecen las primeras voces críticas a los despidos de Parla en el Grupo Socialista
Nunca a Fraile le salió más caro tomar una decisión. Sus planes para poner en la calle a casi 200 trabajadores del Ayuntamiento, sólo le han traído problemas. Su «jefe», Tomás Gómez, ya le puso el pasado viernes en preaviso. «O te haces con la situación o te vas», le vino a decir el secretario general de los socialista madrileños, bajo cuyo mandato en Parla comenzaron a fraguarse las crisis que están explotando ahora en la cara de su sucesor. Pero no fue el único batacazo del día para Fraile. Esa tarde, el Grupo Municipal de Izquierda Unida emitió un comunicado en el que, por «orden» del coordinador general, Gregorio Gordo, dejaban claro que no apoyarían la propuesta del despido masivo porque «no arreglaría el problema financiero de la localidad». Aseguraba IU que «el plan de amortización» se había planteado sin «planificación previa» y que era el resultado de «una incorrecta política de personal durante muchos años».
Es decir, la coalición, además de mostrar abiertamente su disconformidad con los despidos –el PSOE, que sacó, al igual que el PP, 11 escaños en las pasadas elecciones, necesita de IU para gobernar–, apunta de forma velada a Gómez como corresponsable de la crítica situación que atraviesan las arcas municipales. Y es que, sin ir más lejos, gran parte de esos despidos a los que ahora tendría que hacer frente Fraile corresponderían a trabajadores «colocados» por Gómez en su época de alcalde de la localidad, según fuentes cercanas al equipo de Gobierno. De ahí, posiblemente el especial malestar del líder del PSM. Además, las mismas fuentes aseguran que se quiere despedir concretamente a 190 trabajadores porque, a partir de 200, el primer edil de Parla se vería obligado por ley a presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) ante la Consejería de Empleo regional.
ERE camuflado
Un extremo que, al parecer, se desechó para que el Gobierno regional no conociese los motivos del ERE y se descubriese así la verdadera bancarrota del municipio.
Y si Fraile no atraviesa precisamente su mejor momento político, dentro del Grupo Municipal Socialista tampoco está recibiendo muchos apoyos. El asunto de los despidos masivos está reportando tan mala imagen del equipo de Gobierno ante la ciudadanía que muchos concejales le han dado la espalda. Además, el malestar en la plantilla del Consistorio es palpable. Y es lógico si de los 730 trabajadores que hay, no saben quiénes van a ser los despedidos. Fuentes próximas al equipo de Gobierno aseguran que lo peor de todo no son los despidos, sino que, ni siquiera hay dinero para hacer frente al gasto que supondría. «No tienen ni para pagar las liquidaciones, no sabemos cómo lo van a hacer», aseguran.
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