Actualidad
Último golpe de los reyes del butrón
Cae una de las bandas de delincuentes más activas de España: diez robos con violencia en cuatro meses. Eran tres madrileños y un marroquí, con antecedentes, que vivían entre casinos, discotecas y coches de lujo
MADRID- Sus robos no eran cuestión de necesidad; lo hacían para mantener un tren de vida logrado en tiempo rércord y a golpe de butrones. Se trataba de una de las bandas más activas del país que invertía la recaudación de sus «golpes» en el mercado del lujo. Los atracadores, tres madrileños y un marroquí afincado en la capital, eran asiduos de los mejores casinos, frecuentaban habitualmente las discotecas más caras de la ciudad, conducían coches de alta gama y «aún» sacaban tiempo para el culto al cuerpo con visitas al gimnasio casi a diario. Además, en el registro realizado después de su detención se encontraron prendas de ropa de las mejores marcas.
El atracador marroquí, que era el más joven de la banda con sólo 23 años, responde al nombre de Mohamed y vivía en el barrio de La Latina. Víctor David J.G. era el veterano de la banda, con 31 años, y tenía su domicilio en el Paseo de la Chopera, mientras que Rubén L.G., que responde al alias de «Cubo y rubí», y Sergio R.G. «Moli», residían en Boadilla del Monte y en la avenida de Bruselas, en la capital, respectivamente. Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía Nacional, los atracadores actuaban mediante el procedimiento del butrón, por el cual accedían a los distintos establecimientos desde un local colindante, en el que realizaban un agujero para colarse al otro lado.
Inutilizaban los sistemas de alarma con aparatos inhibidores de frecuencia y forzaban las cajas de seguridad mediante equipos de lanzas térmicas y herramientas muy potentes de oxicorte. Todos estos artilugios fueron incautados en el registro de sus domicilios, junto con una cantidad de dinero en efectivo que superaba los 12.000 euros y un manual técnico de ganzúas, unas herramientas utilizadas para manipular cerraduras con el objetivo de abrir las puertas sin llave.
El primer atraco se produjo en octubre y se convirtió en el desencadenante de la investigación que acabaría con la banda en el día de ayer. El taller de joyerías B. Falcón, ubicado en la céntrica calle de Silva, muy próxima a la Gran Vía, fue el lugar elegido por los butroneros para inaugurar una serie de cinco robos en la capital. En las pasadas Navidades, los atracadores eligieron una administración de lotería situada en el número 11 de la calle Ayala, en el distrito de Salamanca. Sin embargo, en esta ocasión el grupo criminal no consguió lograr su objetivo, ya que Marta, la dueña del establecimiento, que ya había sufrido otro robo algunos meses atrás, procuraba no dejar en la caja fuerte ni un euro de la recaudación.
El penúltimo atraco se produciría en Relobert, una empresa de comercio al por mayor de artículos de relojería y joyería en el distrito de Carabanchel, y el siguiente en la calle de Ángel Alcázar. La joyería Geoda, en el distrito de Arganzuela, fue el último local madrileño en el que los butroneros atracaron antes de ser detenidos. Lo intentaron una vez más en el edificio del Vicerrectorado de la Universidad Complutense de Madrid, pero uno de ellos fue pillado in fraganti por unos agentes de seguridad ciudadana. Los hechos tuvieron lugar el pasado 8 de febrero, y a raíz de esta detención los investigadores lograron identificar a los otros tres integrantes de la banda. Entre los cuatro, presentan un historial de 40 detenciones, y todos ellos tienen antecedentes de robo con violencia.
Más tarde, la Policía Nacional de Madrid descubrió que la banda había ejecutado más atracos fuera de la capital. Un total de cinco robos en las ciudades de Barcelona, Málaga y Valencia. En esta última, atracaron una joyería y una oficina de El Cobrador del Frac, mientras que en Málaga eligieron un concesionario de la marca Ford para ejecutar sus actividades delictivas. Los detenidos fueron puestos ayer mismo a disposición de la autoridad judicial, que decretó inmediatamente su ingreso en prisión.
En la buena línea
Por su parte, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, se mostró muy satisfecha con las detenciones, y aseguró que «estamos en la buena línea». Apuntó que la investigación que concluía ayer llevaba abierta desde el mes de octubre, elogiando la labor del cuerpo de Policía Nacional de Madrid.
Además, se hizo eco de la importancia de la colaboración entre la Policía y las empresas de seguridad para contrarrestar los «golpes» de estos butroneros. No se olvidó de citar al gremio de joyeros, tan afectado en los últimos tiempos por los atracos, recordando que se ha incrementado la seguridad para estos negocios a través de un plan específico. A mediados del mes de enero, la delegada se comprometió a hacer una reforma legislativa que respaldara a los joyeros. Aseguró que, a pesar de que «la solución para los joyeros es compleja», el Gobierno está implicado en la elaboración de esa reforma, que será más contundente con los reincidentes, para garantizar la seguridad.
Salvada por la experiencia
Los atracadores suelen elegir días festivos para ejecutar sus fechorías. Aprovechan que nadie entra en el establecimiento cuando saben que no va a haber nadie para actuar sin prisas. Así sucedió en el establecimiento de Marta, la dueña de la administración de loterías nº 92 de madrid, ubicada el número 11 de la calle de Ayala. Sufrió un intento de atraco de este grupo las pasadas Navidades, aunque en esta ocasión no consiguieron llevarse nada. El robo no se consumó porque «estaba preparada», ya era la segunda vez que lo intentaban en su establecimiento. Tras el primer robo, Marta decidió no volver a dejar nunca la recaudación del día al alcance de los ladrones. Cree que los atracadores podrían haber estado vigilándola, ya que entraron al establecimiento por el sótano, de cuya existencia, supuestamente, nadie sabía. Sin embargo, tras el primer robo, puso una potente alarma y una puerta de máxima seguridad.
✕
Accede a tu cuenta para comentar