Berlusconi en La Noria

Esta noche tengo plan. No pienso salir de casa. Por la mañana intentaré conseguir algún puro excepcional para fumarlo a la salud de nuestra integrista ministra de Sanidad. Mantengo mi particular campaña contra Pajín y sus seguidores. Hoy quiero ver La Noria. No lo hago nunca por higiene mental. Me incomoda el vociferio, la falta de argumentos y la descalificación permanente de quienes se consideran «progres». Esta noche espero que el programa se dedique al tema de la semana: la escandalosa vida privada del presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi. Ha sido la portada de la mayor parte de periódicos del mundo y ha abierto los informativos de las radios y televisiones. No hay un tema de mayor actualidad. Es una gran oportunidad para la ética y la coherencia periodística. Es lo que haría ese programa si el escándalo hubiera afectado a Bush, Sarkozy o Cameron. Como durante mucho tiempo he defendido a Berlusconi frente a los ataques de los «progres» ahora tengo la legitimidad de esperar un debate en este programa.