Egipto

Recupera la cerveza que bebían los faraones de cebada y chufa

Se elabora en Casas del rey, junto a las Hoces del río Cabriel

Recupera la cerveza que bebían los faraones de cebada y chufa
Recupera la cerveza que bebían los faraones de cebada y chufalarazon

Valencia- En el siglo IV antes de Cristo, los egipcios elaboraban una cerveza de cebada a la que añadían chufas para darle sabor y ahora, más de 2.000 años después, su receta ha sido recuperada para dar un nuevo uso a uno de los productos más característicos de la huerta valenciana.
La cerveza de los faraones vuelve veinticinco siglos después con el nombre de Antara y con ingredientes ecológicos entre los que se cuenta, por supuesto, la chufa, y también la cebada, las flores de lúpulo, el trigo y el agua de manantial de las Hoces del Cabriel.
La idea de recuperar esa receta egipcia que el filósofo griego Teofrasto recoge en su obra «La historia de las plantas» surgió de una empresa valenciana que comercializa todo tipo de productos derivados de la chufa ecológica, como aceite o harina, según ha explicó el comercial de Terra i Xufa, Francisco Planells.
«Si los egipcios pueden, nosotros también», pensaron en esa empresa al leer que en el siglo IV a.c. se elaboraba en Egipto una bebida de cebada a la que se añadían chufas en el momento de hervir el cereal.
Las chufas, que se extraían antes de destilar la bebida, dejaban su sabor en la cerveza, y ésta impregnaba con su sabor las chufas, que se comían aparte como acompañamiento y se consideraban, como relata Teofrasto, un manjar exquisito.
Ahora la elaboración es distinta. La empresa ha homogeneizado la fermentación del trigo, la cebada y la chufa, que primero fermentan en barrica y después en botella, proceso superior a dos meses en el municipio Casas del Rey, junto a las Hoces del Cabriel.
Planells explica que Antara es una cerveza con mucho cuerpo y baja graduación (4,2 grados) en la que la chufa apaga el amargor del lúpulo y deja mayor dulzor en la boca, aunque el sabor del tubérculo solo se encuentra en el «retrogusto» final.