París

El príncipe Laurent excluido de las actividades de la Casa Real belga

El príncipe Laurent, hijo menor del rey Alberto II y miembro más polémico de la familia real belga, dejará de estar invitado a las actividades oficiales de la Casa Real como castigo a su comportamiento de los últimos tiempos, según publican hoy varios diarios.

La decisión, que de momento no ha sido confirmada de manera oficial por la Casa Real, se produce después de que Laurent realizó un discutido viaje sin autorización del Gobierno a la República Democrática del Congo.

"Laurent ya no es bienvenido a palacio", titula la prensa hoy y explica que la agenda oficial del príncipe del sitio de internet "www.monarchie.be"se encuentra actualmente vacía.

La medida no será aplicada a su esposa, la princesa Claire, ni a sus tres hijos, según una fuente cercana a los príncipes, citada por la agencia Belga.

El príncipe ya había sufrido una penalización de este tipo entre enero y junio de 2007 a raíz de verse envuelto en un supuesto caso de facturas falsas y desvío de fondos de la Marina de guerra nacional.

El Gobierno había desaconsejado su viaje al Congo por la proximidad de las elecciones presidenciales en el país, pero Laurent se desplazó allí y se reunió con el presidente Joseph Kabila, quien financió el hotel del príncipe y su delegación, y su viaje entre París y Kinshasa.

Este polémico viaje no fue el único que realizó Laurent, que también estuvo en distintas ocasiones entre 2008 y 2010 en Libia, donde se reunió con uno de los hijos de Muamar al Gadafi, como parte de las actividades de su fundación privada "la Grect", que tiene por objeto apoyar proyectos relacionados con el desarrollo sostenible.

El hecho de viajar por el mundo para defender sus intereses como presidente de una fundación privada y disfrutar al mismo tiempo de una dotación pública desde 2001 ha desatado las críticas de la opinión pública belga.

La dotación para la Casa Real para este año votada por el Parlamento es de 10,67 millones de euros para el rey Alberto II, 936.000 para el príncipe heredero (Felipe) y 300.000 para cada uno de los príncipes Astrid y Laurent.

El príncipe Laurent, de 47 años, se ha visto envuelto en el pasado en numerosos escándalos, incluida la retirada hace unos meses de su permiso de conducir, por circular con exceso de velocidad por las calles de Bruselas, una infracción por la que ha sido sancionado ya en varias ocasiones.