Benedicto XVI destaca el «ardiente espíritu misionero» de san Juan de Ávila

"San Juan de Ávila vivió en el siglo XVI. Profundo conocedor de las Sagradas Escrituras, estaba dotado de un ardiente espíritu misionero. Supo penetrar con profundidad en los misterios de la redención obrada por Cristo para la humanidad. Hombre de Dios, unía la oración constante con la acción apostólica", afirmó el Pontífice.

El Obispo de Roma agregó en la homilía de la misa en la que le proclamó "doctor de la Iglesia", que el español se dedicó a la predicación y al incremento de la práctica de los sacramentos, "concentrando sus esfuerzos en mejorar la formación de los candidatos al sacerdocio y de los laicos, con vistas a una fecunda reforma de la Iglesia".

De la alemana Hildegarda de Bilden, la otra santa proclamada también hoy Doctora de la Iglesia, el Papa destacó que fue una importante figura femenina del siglo XII, una mujer de "viva inteligencia, profunda sensibilidad y reconocida autoridad espiritual que ofreció una "preciosa contribución al crecimiento de la Iglesia de su tiempo".

"El Señor la dotó de espíritu profético y de intensa capacidad para discernir los signos de los tiempos. Hildegarda alimentaba un gran amor por la creación, cultivó la medicina, la poesía y la música. Sobre todo conservó siempre un amor grande y fiel por Cristo y su Iglesia", agregó.
El Pontífice señaló que el ideal de la vida cristiana es la santidad, a la que están llamados todos los cristianos.