Grecia

El BCE mantiene los tipos de interés en el 125%

El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) dejó hoy inalterados los tipos de interés en la zona del euro en el 1,25 %.

La institución europea informó en Fráncfort de que también mantuvo la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos durante un día, en el 2 %, y la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, en el 0,5 %.

Los mercados descuentan que el BCE subirá el precio del dinero de forma moderada en julio.

El Banco de Inglaterra también dejó inalterados los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5 % pese a que la inflación supera el 4 %.

El Banco Central de Polonia (Narodovy Bank Polski) subió ayer su tasa rectora, por cuarta vez en lo que va de año, en 25 puntos básicos, hasta el 4,5 % debido al incremento de la inflación.

El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, cuyo mandato termina a finales de octubre, dará detalles de las deliberaciones en una rueda de prensa y publicará las nuevas proyecciones de crecimiento e inflación para este año y el próximo.

El BCE considera que existen riegos inflacionistas a medio plazo, razón por la que subió de forma moderada el precio del dinero en abril, por primera vez desde hacía casi tres años, y con la que justificará el próximo incremento de julio.

Por primera vez desde septiembre de 2010, la tasa de inflación interanual de la zona del euro se ha moderado en mayo, aunque sólo una décima del 2,8 % de abril al 2,7 %.

Asimismo el banco europeo se opone a cualquier tipo de reestructuración de la deuda griega pero acepta que los acreedores renueven de forma voluntaria sus bonos una vez que hayan vencido, en línea con la llamada "Iniciativa de Viena"en 2009, durante la crisis de deuda de los países de Europa Central y del Este.

Pero Alemania ha propuesto prorrogar el vencimiento de los bonos griegos siete años para propugnar que los tenedores de los mismos participen en un nuevo rescate a Grecia.

El BCE se opone a este tipo de reestructuración de la deuda y ha avisado de que en caso de que se produzca, no aceptará los bonos griegos como garantía en sus operaciones de refinanciación.

El banco europeo ha adquirido dichos bonos por valor de unos 45.000 millones de euros y ha aceptado a los bancos comerciales griegos en las operaciones de refinanciación de títulos de deuda de su país por valor de 90.400 millones de euros.

Además, las agencias de calificación de riesgo Moody's y Fitch consideran que la reestructuración de la deuda griega sería como una suspensión de pagos.

Junto a los bancos griegos y el BCE, los mayores acreedores de Grecia son las entidades bancarias de la zona del euro, sobre todo las francesas y alemanas.