CRÍTICA DE CINE /«Skyline»:Los marcianos no se cansan

Hablando en plata: «Skyline» es una copiona. Por ejemplo, del notable filme «La guerra de los mundos», con esos brazos mecánicos rastreadores de humanos tan, pero tan parecidos. Las aspiraciones y talento, sin embargo, de los inefables hermanos Strause son muy inferiores a los de Spielberg : con hechuras de serie B y una alegre amalgama de influencias varias (también hay «homenajes» a «Matrix Revoluciones» y reflujos de «El día de la independencia», por ejemplo), los autores de «Alien Vs. Predator 2», cinta que no tenía tampoco desperdicio, le hincan el diente y la tenaza robótica a la historia de una joven pareja que viaja a Los Ángeles para asistir a la megafiesta de cumpleaños organizada por un adinerado amigo. De noche, a las tantas, son despertados por los hipnóticos resplandores de numerosas naves alienígenas que han decidido invadir la tierra. Empezando, como siempre, por EE UU. Subidas a la azotea de los supervivientes (cada vez menos, como manda la tradición), bajadas al apartamento, algún que otro tiro que sirve de bien poco, un puñado de escenas que, eso sí, los realizadores consiguen que sean resultonas... Y un final casi de risa que presagia, qué digo, confirma plenamente, que la segunda parte viene ya de camino. Lo que piense el espectador parece que les importa un rábano.

Lo mejor:  contiene escenas muy vistosas de la invasión alienígena, aunque no sean del todo originales
Lo peor: que un filme acabe de manera tan bobalicona y descarada anticipando ya su segunda parte