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Caracas

Chávez y la estrategia del silencio

Ocultar los detalles sobre su enfermedad le permite mantener el apoyo popular. Sus viajes a Cuba le han convertido en «presidente de ida y vuelta»

Chávez y la estrategia del silencio
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En estos días inciertos, donde la salud de Hugo Chávez pende de un hilo, el último en alzar la voz ha sido el dictador cubano Fidel Castro. Sin embargo, la realidad es que el mandatario venezolano sigue callando, encomendándose a la Virgen, y utilizando el silencio como estrategia. En su último artículo de reflexiones, Castro resaltó la actitud «heroica y disciplinada» del mandatario venezolano ante su enfermedad. «No fue fácil persuadirlo de la necesidad de prestar atención máxima a su propia salud. Desde entonces, con ejemplar conducta, cumplió estrictamente», afirma el líder cubano. De aquí en adelante, cada uno puede sacar sus propias conclusiones. El mandatario recién llegado de La Habana, había anticipado que las rondas finales de la radioterapia, que comenzaron el mes pasado, iban a ser difíciles.

Oleada de rumores
Se ha sometido a tres operaciones desde junio como parte de su tratamiento y está tratando de recuperarse del cáncer en el momento de la campaña para la reelección en octubre. Pero ha decidido mantener en secreto algunos detalles de su enfermedad, incluyendo el tipo de cáncer y la ubicación precisa de los tumores.

«Siempre es preferible –agrega– pecar por exceso de transparencia porque esos detalles al final terminan saliendo. Así se disminuye la posibilidad de que crezcan como bolas de nieve los rumores», opina el doctor Alfredo Boccia, uno de los integrantes de su equipo médico que acompañó a Fernando Lugo en sus viajes a Brasil también para tratarse de un cáncer y, en su condición también de analista político, es columnista del diario «Última Hora». Y los rumores han sido una constante desde que el presidente Chávez anunció su cáncer el año pasado. Enfrentado ahora al reto de las elecciones, «la experiencia que tiene el presidente haciendo campañas presidenciales le permite articular un esfuerzo alterno en este proceso (...). La participación controlada en la campaña es una manera de ofrecer garantías a sus seguidores de que está haciendo eso para poder gobernar seis años más», le dice a LA RAZÓN, Nicmer Evans, profesor universitario y analista político.

«El presidente Chávez ha decidido dar la vida por lo que cree. Ese esfuerzo es el que permite darle un reconocimiento. La gente confía en el criterio del presidente con respecto a su salud», agrega Evans, quien en el pasado fue precandidato a diputado por el Partido Socialista Unido de Venezuela y es afín al chavismo.

Sea como sea, la estrategia está funcionando. Chávez sigue aventajando en 20 puntos a su rival, Henrique Capriles. El victimismo le sienta muy bien, además si falleciera en mitad de su mandato, otro «revolucionario» le reemplazaría hasta las próximas elecciones. Para qué aguar la fiesta a los chavistas antes de tiempo.


Otros estilos
La estrategia utilizada por Hugo Chávez contrasta con la de otros dirigentes políticos que han afrontado su enfermedad de manera más transparente ante la opinión pública. Estos han sido los casos del presidente paraguayo Fernando Lugo quien en 2010 ordenó a los médicos informar sobre su cáncer, o el de la presidenta brasileña Dilma Rousseff.