La mujer condenada por ser violada en prisión casi dos semanas después de su indulto

Las relaciones sexuales fuera del matrimonio, incluidos los casos de violaciones, son catalogadas en Afganistán como uno de los "delitos morales"por los que las mujeres son condenadas a penas de prisión. En este tipo de delitos se incluyen también el abandono del hogar cuando el marido es un maltratador o si se trata de un matrimonio forzado.

Gulnaz, que ahora tiene 21 años de edad y una hija de dos años fruto de la violación, fue violada por el primo de su marido en 2009 y fue condenada a dos años de prisión por un delito de adulterio forzado. Esa sentencia inicial fue recurrida por la acusada y la justicia aumentó su pena a doce años de cárcel. Posteriormente, un tercer recurso, presentado a finales de noviembre, recortó la pena a tres años de prisión y revocó el requisito de que tuviera que casarse con su agresor.

Sin embargo, la semana pasada, cuando su caso fue denunciado ante la opinión pública, las autoridades judiciales afganas decidieron ponerle en libertad a cambio de que aceptara casarse con su violador, que está cumpliendo una pena de siete años de prisión.

El encarcelamiento de Gulnaz ha atraído la atención de los medios de comunicación internacional y ha provocado críticas de la comunidad internacional al Gobierno afgano. El embajador de Reino Unido en el país centroasiático, William Patey, dejó claro la semana pasada que ninguna mujer violada puede ser considerada culpable. "Cualquier mujer que sea violada debe ser considerada una víctima. No son criminales", aseveró.

El pasado 1 de diciembre, la Presidencia afgana informó de que Gulnaz había sido indultada pero, a pesar de la medida de gracia, casi dos semanas después aún continúa encarcelada en una prisión de Kabul. Su abogada ha explicado que había deducido de las conversaciones que mantuvo con parlamentarios que la puesta en libertad de su cliente sería cuestión de uno o dos días.

"No parece normal que el presidente decrete el indulto el 1 de diciembre y, casi dos semanas después, ella esté todavía en prisión", ha afirmado la abogada Kimberley Motley. "Esto se está volviendo de verdaderamente insoportable para ella. La anticipación de su salida está le está deprimiéndole mucho", ha añadido.

Durante su estancia en prisión, Gulnaz ha aceptado finalmente casarse con su violador y ha justificado su decisión porque cree que esa es la única manera de garantizar un futuro mejor para su hija. Motley ha indicado que el padre del violador ha visitado a la condenada en tres ocasiones desde el indulto, aparentemente para intentar convencerle de que se casara con su hijo.

En la última ocasión en que le visitó, el hombre intentó convencerle para que firmara un documento que no le permitió leer, según ha relatado su abogada, que ha asegurado que la reclusa no ha conseguido averiguar sobre qué trataba el escrito.