Órdago a Blanco

Creía el Ministerio de Fomento que su propuesta de reducir en un cinco por ciento el coste del billete de Cercanías disuadiría a los ciudadanos de utilizar el transporte privado. No contaba José Blanco con que el departamento económico de Esperanza Aguirre iba a sacar la calculadora para «desmontar» la última iniciativa del ministro para fomentar el ahorro energético. Pero sucedió. La reducción del cinco por ciento del Ministerio se puso en marcha el pasado lunes únicamente en los billetes propios de Cercanías. El problema se planteó con las comunidades en las que Renfe está integrada en un Consorcio de Transportes que incluye, como en el caso de Madrid, Asturias o Cataluña, otros servicios como el metro o el autobús.

El Gobierno regional se tomó 24 horas para responder a la propuesta de Fomento de dar una compensación económica a las comunidades (de 10,28 millones de euros en el caso de Madrid) en las que existen abonos integrados, para que éstas apliquen su reducción en los abonos. Cataluña y Asturias han admitido que no servirá para aumentar los viajeros del transporte público pero han aceptado la compensación. Madrid dio ayer una respuesta «a la gallega»: ¿y por qué no rebaja el IVA de todo el transporte?

La Comunidad puso sobre la mesa que la ayuda de Fomento sólo beneficiaría a aquellos que utilizan Cercanías y por tanto no evitará que se de forma generalizada los ciudadanos sustituyan su vehículo privado por el transporte público. Además, puso de relieve que el ahorro de Fomento era mucho menor que el propuesto por el Gobierno Aguirre. Por ejemplo en un abono tipo A, cuyo precio es de 47,55 euros, una persona se ahorraría con la medida de Fomento 7,13 euros en los tres meses de duración de la rebaja, mientras que con la reducción del IVA que propone Aguirre se ahorraría 22,82 euros al año. Desde el Departamento de José Blanco se declaró ayer que se estudiará la propuesta de Madrid.