El nombre de la cosa por Santiago Talaya

Pese al estado de confrontación, quizás más simulado que real, José Antonio Griñán se ha visto obligado a agradecer a Mariano Rajoy que vaya a pagarle el vencimiento de deuda andaluza de principios de octubre, 600 millones de euros. Y además el presidente andaluz admite que la comunidad precisará de un auxilio adicional. Probablemente más cerca de los 4.000 que de los 3.000 millones. Debe ser duro, muy duro, para la Junta de Andalucía evidenciar que su Presupuesto para 2012 ha sido un despropósito y que el camino propio que tanto reivindican PSOE e Izquierda Unida pasa por pedir dinero al mismo Gobierno central frente a cuyas políticas se han manifestado este fin de semana en Madrid, pancarta en mano, el vicepresidente Valderas y el vicesecretario general socialista Jiménez.
La contradicción es tal, que el jefe de la oposición, el popular Juan Ignacio Zoido, ha hablado ya del necesario «rescate político» a Andalucía. Ahora bien, si el boca a boca financiero de nuestra autonomía está en manos del propio partido de Zoido –en los ministerios de Presidencia y de Hacienda–, sin embargo, no se observa de momento que el PP vaya a plantear una moción de censura a la que, sin duda, estará obligado de persistir la inestabilidad y descoordinación del Ejecutivo autonómico. O, aunque solo sea para dar a conocer a la opinión pública que existe una alternativa sólida. De hecho, en estas mismas páginas sostuve, en un artículo poco comprendido entonces, que Arenas debió hacer lo propio a mediados de 2011. Porque si el PP vuelve a dar tiempo, espacio, protagonismo, y al parecer dinero, a la izquierda gobernante andaluza se encontrará con importantes movilizaciones en su contra los próximos 4 de diciembre y 28 de febrero. Otra vez, como hace 35 años, siguiendo la estela de la reciente Diada. Y preludio, tal vez, de un adelanto electoral a otoño del 2013 con Griñán presumiendo en los mítines de lo mucho que habrá invertido en los metros de Granada y Málaga.