Mercado inmobiliario

El impuesto de transmisiones cae un 70 por ciento desde 2006

En aquel año se recaudaron casi 2.500 millones anuales por este tributo, mientras que en 2011 fueron 754

La caída de este impuesto se debe al descenso de compraventa de viviendas
La caída de este impuesto se debe al descenso de compraventa de viviendaslarazon

VALENCIA- Los fuertes ajustes en los Presupuestos de la Generalitat valenciana para 2013 tienen dos razones de ser fundamentales: la deuda pública de la Comunitat Valenciana y la brutal caída de los ingresos. Mala combinación.

Una de las principales vías de obtención de ingresos para cualquier Gobierno es la recaudación de impuestos, y precisamente esta fuente de financiación atraviesa unas horas muy bajas. El caso del impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (AJD), aquel que afecta sobre todo a la compraventa de vivienda de segunda mano, es un buen ejemplo de esta drástica caída.

La Generalitat valenciana ha pasado de recaudar 2.485,12 millones de euros por esta tasa en el año 2006 -en el corazón de la «burbuja inmobiliaria- a ganar solamente 754,41 durante el año pasado.

Aunque para el año que viene los Presupuestos autonómicos prevén que la recaudación de esta tasa suba hasta los 900,9 millones de euros, el conseller de Hacienda y Administración Pública, José Manuel Vela, ya explicó que el aumento más notable se espera para el año 2014, debido fundamentalmente a la venta de viviendas a bajo precio que efectuará el futuro «banco malo», que se creará en diciembre.

La caída de ingresos año tras año por este impuesto, tan ligado a la actividad inmobiliaria, ha sido progresiva y ha ido descendiendo el mismo ritmo que se desinflaba la «burbuja». En 2007 se ingresaron 2.207,65 millones; en 2008 se recaudaron 1.227,3; en 2009 la cifra ya bajó hasta los 1.047,19 millones y en 2010 llegó el descenso hasta los 930,4 millones.

Con el fin de obtener nuevos ingresos que palien estas pérdidas, el Consell puso en venta hace un par de años una serie de edificios públicos. Por ahora no se ha vendido ninguno pero Vela no descarta sorpresas antes de que acabe este ejercicio.