Cataluña

Zapatero dice «sí» y deja endeudarse a Mas

El president de la Generalitat, Artur Mas, abandonó ayer La Moncloa con cierto optimismo, después de casi dos horas y media de reunión con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. Al concluir el encuentro, el rostro de Mas lo decía todo.

El Gobierno autorizará a Cataluña a endeudarse
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El president consiguió, en parte, lo que pretendía con esta entrevista: financiación para Cataluña y poder, así, cumplir con las obligaciones de pago contraídas, incluidas las nóminas de sus funcionarios.

Para aliviar las tensiones de Tesorería que sufre en estos momentos esta autonomía, Zapatero le autorizará en las próximas semanas a una emisión de deuda por importe de 2.500 millones de euros, pese a que Economía aún no ha dado su visto bueno al plan de estabilidad financiero que remitió la Generalitat hace unas semanas para su aprobación al Departamento de Elena Salgado. Una vez que el secretario de Hacienda, Carlos Ocaña, de su plácet a este plan, el Ejecutivo catalán volverá a realizar una nueva emisión de deuda. De momento, se desconoce la cuantía de este segundo tramo de emisión. No obstante, las necesidades de financiación de la Generalitat se elevan a 11.600 millones de euros en 2011.

Además de esta inyección de liquidez que recibirá en las próximas semanas, el Estado le liquidará en el primer semestre 759 millones de euros pendientes de transferir desde 2008 por inversiones estatales en infraestructuras en Cataluña, en virtud del cumplimiento de la disposición adicional tercera del Estatut.

A cambio, la Generalitat se compromete a reducir su gasto este año un 10% respecto al del ejercicio anterior, con el fin de rebajar su déficit actual del 3,7% del PIB catalán hasta el 1,3% en 2013. En este escenario, Zapatero reiteró a Mas la importancia de controlar y recortar los déficits de todas las administraciones, incluidas las autonómicas. Y es que el presidente del Gobierno no descarta limitar los déficits de todas las administraciones por ley, tal y como demanda la canciller Angela Merkel.

Ambos líderes políticos analizaron en profundidad la reordenación del sistema financiero español y, en particular, el de las cajas de ahorros. El jefe del Ejecutivo catalán se mostró de acuerdo con lo hecho hasta la fecha por el Gobierno central. No obstante, advirtió a Zapatero de que tampoco se puede «exigir a nuestras cajas lo que nadie exige en la UE», en alusión a los últimos requisitos de capitalización de las cajas y a la transformación de su capital en bancos, mediante la entrada de este tipo de entidades financieras.

Mas le hizo ver que Cataluña quiere seguir contando como hasta ahora con un poder financiero catalán, liderado por La Caixa y el Sabadell, que en un futuro pueden apuntalar otras entidades catalanas.

La titularidad de Aena y de los aeropuertos de El Prat y Barajas también estuvo encima de la mesa de negociación entre el nacionalista catalán y Zapatero. La Generalitat no se opondrá a la privatización del 30% de Aena que planea el Gobierno central y tampoco a la de ambos aeropuertos. Ahora bien, desea tener «voz y voto» en la sociedad que decida la adjudicación de El Prat. Además de participar en la gestión de los aeropuertos de Girona, Reus y Sabadell. 

Mas ofreció a Zapatero los diez escaños de CiU en el Congresopara sacar adelante cualquier medida destinada a flexibilizar a las pymes, auténticos motores de la economía. Y es que CiU y la Generalitat quieren participar en el «florecimiento» de la economía.