Cartagena

Más de tres mil personas toman Murcia en defensa de la vida y contra el aborto

La celebración del Día Internacional de la Vida tuvo también su episodio en la Comunidad con la concentración en la plaza Cardenal Belluga de Murcia de más de 3.000 ciudadanos que asistieron a la cita con el único propósito de mostrar públicamente su apuesta por defender la vida y mostrar su postura contraria a la política abortista auspiciada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero.

La plaza de la catedral de Murcia se convirtió en el escenario donde se defendió el «Sí a la vida» de forma unánime con la participación de personas de todas las edades
La plaza de la catedral de Murcia se convirtió en el escenario donde se defendió el «Sí a la vida» de forma unánime con la participación de personas de todas las edadeslarazon

Bajo la organización de las asociaciones Derecho a vivir-Hazte oír, RedMadre y el Foro de la Familia, miles de murcianos de todas las edades se congregaron para unir sus voces y sus almas con los otros ochenta rincones del mundo que también salieron a la calle en defensa de la vida.

El delegado de Derecho a vivir-Hazte oír en la Región de Murcia, Juan Antonio Fernández, declaró a LA RAZÓN que bajo el lema «Sí a la vida» las organizaciones convocantes pretendieron ayer mostrar a la sociedad que es indispensable la defensa de la vida de las personas «hasta su muerte natural». En esta postura, Fernández mostró su más absoluta repulsa por el aborto y la eutanasia. En referencia a esta última señaló que «el gobierno central quiere aprobar una ley bajo el eufemismo de denominarla muerte digna, pero esperamos que se vaya del poder antes de aprobarla». En lo referente a los datos de estas prácticas en la Región, Fernández señaló que «los datos por eutanasia son muy difíciles de contabilizar porque requieren de una denuncia». Por su parte, en lo referente a los abortos, alertó de que en 2008 Murcia tenía la tasa más alta de España y que en la actualidad sigue en puestos muy destacados. En el mismo sentido, la presidenta de la Asociación RedMadre en Murcia, Chechu Romero, apuntó a este diario que en el año en que su organización desembarcó en nuestra tierra (2009) contabilizaron cinco mil prácticas abortivas. Un número que estimó que se encuentre al alza en la actualidad debido a la importante proliferación que ha experimentado el uso de la píldora del día después entre las jóvenes. Además, Romero detalló que «cada tres minutos aborta en España una mujer». Fernández señaló que a día de hoy tienen contabilizadas cinco clínicas privadas en la que practican abortos en la Región (tres en Murcia, una en Lorca y otra en Cartagena).

No obstante, se mostró orgulloso de los médicos que componen la sanidad pública murciana porque la integran personas que «no quieren destruir vidas, sino salvarlas, por lo que no promueven el aborto». Asimismo, fuentes del Foro de la Familia en la Región de Murcia destacaron a este periódico que con actos como el de ayer se pretende apoyar «la defensa de la familia tradicional formada por un hombre y una mujer». Las citadas fuentes también destacaron que el Foro hizo en Murcia una iniciativa legislativa popular por medio de la cual se aprobó una ley en el parlamento de apoyo a la mujer embarazada. Los representantes de las tres organizaciones conincidieron en apuntar que los impuestos que van a parar para la práctica abortiva se destinen a apoyar a las embarazadas.


Mendoza afirma que es un daño causado por el gobierno
El presidente de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) declaró ayer a LA RAZÓN que todo el mal que se genera a partir de la práctica del aborto y la eutanasia parte del «Gobierno socialista que es el causante de que esto suceda y que provoca la muerte de tantos seres humanos». Por esto, Mendoza estableció la necesidad de que la sociedad se conciencie de que hay que cambiar el gobierno actual «para que entre otro que defienda y respete la vida».

En su opinión, «lo fundamental es que tengamos gobiernos que sean defensores de la vida humana». El presidente de la UCAM también abogó por la «cultura de la vida por encima de la cultura de la muerte» porque ésta «es un atentado contra la dignidad de la persona». De igual manera, manifestó que los padres tienen la obligación moral de educar a sus hijos en la defensa de la vida y el amor y para ello llevarlos a colegios cristianos y humanistas.