San Sebastián

Los jueces dejaron libre a Bolinaga porque le quedan 11 meses de vida

La Audiencia no ve necesario que su estado sea terminal y subraya que los informes juzgan irreversible su situación

Bolinaga, tras conocer la decisión de la Audiencia
Bolinaga, tras conocer la decisión de la Audiencialarazon

Madrid- La Audiencia Nacional justifica la decisión de conceder la libertad condicional al etarra Iosu Uribetxeberria Bolinaga, en contra del criterio de la Fiscalía, en que su enfermedad «es muy grave e incurable» y existe un «peligro claro, notorio y manifiesto» para el paciente «de fallecer en un corto periodo de tiempo». Éste es el principal argumento utilizado por la Sección Primera de este tribunal –presidida por Fernando Grande-Marlaska– en la resolución en la que acuerda la medida, que fue notificada ayer. En la misma, los magistrados hacen hincapié en que los pronósticos de los médicos que le atienden en el hospital Donostia de San Sebastián y de la forense de la Audiencia Nacional sobre la expectativa de vida del carcelero de Ortega Lara apenas difieren en un plazo de tres meses: los primeros la sitúan en siete meses y medio y la segunda, en once meses. Pero esa opinión no es compartida por todos los miembros de la Sala, pues el magistrado Nicolás Poveda se opuso a la concesión de la libertad condicional al terrorista y, en el voto particular en el que justifica su rechazo, mantiene que «en modo alguno existe un riesgo patente de muerte» para Bolinaga.

En la resolución, de la que ha sido ponente Ramón Sáez, se sostiene que la concesión de esta medida por razones humanitarias se justifica por la existencia de «riesgo patente para la vida» y no de un peligro inminente que requiere que se trate de un enfermo «terminal o agónico», por lo que critica que la Fiscalía sugiera «que patente significa inminente».

La distinción no es irrelevante, puesto que el artículo 92 del Código Penal permite la concesión de la libertad condicional «cuando se trate de enfermos muy graves con padecimientos incurables» (en cuyo caso debe dar «signos inequívocos» de arrepentimiento, un requisito que en este caso brilla por su ausencia) o en el caso de que exista un peligro «patente» para su vida. Es este último supuesto, precisamente, al que la Audiencia se ha acogido para aprobar la medida. Para la Sala, los dos informes médicos presentados «están de acuerdo en la existencia de una enfermedad muy grave e incurable, con una evolución de mal pronóstico».

Los magistrados rechazan la nulidad de las actuaciones solicitada por el fiscal Carlos Bautista, sustentada en que el juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, acudió a San Sebastián a visitar al etarra y entrevistarse con los médicos sin notificárselo a la Fiscalía y a la defensa de Bolinaga. Y aunque reconoce que era «razonable» que les hubiese dado la posibilidad de acompañarle, achaca ese descuido a «la urgencia de la decisión» y, en todo caso, subraya que esa omisión no le causó ningún tipo de indefensión al Ministerio Público.