Incógnitas por Carmen GURRUCHAGA

La muerte de Ben Laden a manos de los SEAL presenta demasiados puntos oscuros sobre lo sucedido en la vivienda en la que se encontraba el instigador de los mayores atentados terroristas de la historia reciente. El jefe de la CIA ha terminado por reconocer que estaba desarmado, pero reiteró que se resistió en la captura. ¿Cómo pudo hacerlo? Primero se dijo que utilizó a su mujer como escudo humano, que ella se abalanzó sobre los paramilitares y que éstos le dispararon. Más tarde también fue desmentido. Además, está el testimonio de la hija del líder de Al Qaida, presente en la acción paramilitar, quien aseguró que su padre se rindió y que al estar tumbado en el suelo, obedeciendo a los SEAL, le dispararon en la cabeza y en el pecho. Así pues, todo indica que pudieron detenerlo y trasladarlo vivo y optaron por matarlo. Tampoco existe una explicación sobre el papel del Gobierno de Paquistán en este suceso ni sobre la manera en que localizaron al fugitivo. Por eso, resulta imprescindible que Estados Unidos muestre al mundo las imágenes que dice tener sobre lo acontecido en la casa y deje claro por qué tomó la opción de lanzar el cadáver al mar con todas las suspicacias que ello desata. Y por último, está la incógnita sobre el porqué de la acción armada de un comando estadounidense fuera de sus fronteras sin la autorización del Ejecutivo de un país soberano.