Sevilla

Morante de la Puebla: «Estar en Cultura es el mínimo que pedimos»

Habano de enorme trapío en mano, melena ensortijada y americana clara sobre camisa negra estampada, el sevillano Morante de la Puebla atendió ayer a LA RAZÓN a pie de callejón en la primera plaza del mundo, donde –el día antes de reunirse con Alfredo Pérez Rubalcaba– presenció la corrida del día de la Hispanidad.

La Razón
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–Cerró curso en Zafra (Badajoz), ¿satisfecho con su temporada?
–El balance es positivo, porque quizás no he tenido toda la suerte que deseaba en los sorteos. Eso lo dificulta todo, pero aun así, mi actitud y ánimo por hacer las cosas bien, incluso algunas veces para mi propia sorpresa, ha sido bueno.

–Además, volvió a puntuar tanto en Sevilla como en Las Ventas.
–En La Maestranza, firmé una faena interesante a un sobrero complicado de Javier Molina, lástima que lo pinché, y el Domingo de Resurrección corté una oreja. En Madrid, me sentí muy cómodo con el capote mi segunda tarde.

–Aquí, la afición le sigue esperando. ¡Vaya recibimiento!

–Sí, Madrid y su afición siempre me ha sabido esperar y, más importante aún, comprender. Ahora falta que los dos nos encontremos y lo disfrutemos juntos.

–Ahora toca lidiar con otro tipo de problemas. Sin pitones, pero igual de comprometidos. Hoy están citados con el ministro de Interior, ¿qué esperan de la reunión?
–Ayer nos reunimos para analizarlo todo. Estamos siguiendo la pauta que ellos nos marcan. Queríamos hablar con la ministra de Cultura antes de la reunión de hoy, le expondremos de nuevo nuestro deseo de cambiar de ministerio.

–¿Realmente es tan crucial ese trasvase para la Fiesta Nacional?
–Personalmente pienso que sí. Sería un paso adelante de cara al futuro. El primero de todos los que necesitamos para que el toreo tenga lo que se merece, culturalmente, porque ése es su sitio. Tanto yo como mis compañeros entendemos que hay que estar en el Ministerio de Cultura como mínimo. Una vez que estemos ahí, considero que ya podremos hacer muchas cosas tanto por el futuro de la Fiesta como por el beneficio del aficionado, porque este interés no es algo sólo para nosotros sino también para el bien del público.