Mucha Italia por Julián García Candau

Entre los mejores goles de la Eurocopa están los dos marcados por Balotelli a Alemania en semifinales. Entre los tres jugadores más brillantes y decisivos en sus respectivos equipos está, naturalmente, el italiano Andrea Pirlo. El equipo transalpino ha ido de menos a más, ha actuado como en otros campeonatos en los que se le concedió el beneficio de la duda y acabó convirtiéndose en uno de los ejemplos más palmarios de lo que es una buena selección.

A España le costó conseguir el empate. Fueron ellos los primeros en marcar y, afortunadamente, la igualada se logró de manera casi inmediata. No se le dio tiempo a atrincherarse para defender su ventaja. De Italia se esperaba exactamente la actitud conservadora de muchos de sus partidos. Al equipo que se ha visto en la Eurocopa no se le puede adjudicar ningún tipo de actitud especuladora. No ha sido el conjunto que en cuanto ha obtenido una ventaja se ha dedicado a mantenerla. Ha jugado de principio a fin con ansias de triunfo.

Italia ganó a Alemania de manera indiscutible. Si al final la diferencia en el marcador fue de un solo gol se debió la escasa puntería de sus delanteros. Especialmente, Di Natale. Alemania logró el gol de penalti (marcó Özil), y a última hora, y pudo salir satisfecha porque la derrota debió ser más contundente.

Italia es el equipo que más se parece al español. Su modelo futbolístico es en cierto modo similar. Controla la pelota sin apresuramientos y cuenta en el centro del campo con Pirlo, jugador que, probablemente, acabará siendo considerado el mejor del torneo. Dirige una gran Italia.

Posdata. España juega contra Italia la tercera final de esta Eurocopa.