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«La clave del éxito es que no se note»

Rocío PuertaProfesión: consultora Senior de &Samhoud.Nació: en 1968, en Madrid.Por qué está aquí: escribe el prólogo de «1058 preguntas a mujeres de éxito» (Ed. &S).

 
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–Una idea que se me seduce: en el siglo XXI el liderazgo será centrado y equilibrado o no será...
–Exacto, ni femenino ni masculino sino con lo mejor de los dos sexos, en el que se consigan resultados pero también creando hitos para el colectivo en el que se trabaja. Sería despedirse de los egos, de las luchas de poder...

–Me parece ciencia ficción.
–En ese sentido las mujeres tenemos mucho que enseñar a los hombres sobre cómo ejercer el liderazgo desde la empatía con los que trabajan con nosotros, la sensibilidad y la motivación.

–¿Por qué los líderes tienen mala fama? Normalmente se les identifica con los déspotas.
–Y es un error. Es verdad que todavía, pero cada vez menos, existe el directivo dominante, que ejerce el liderazgo desde una posición de autoridad. Alguno hay que adopta actitudes dictatoriales.

–¿Será porque tiene miedo a perder su estatus?
–Probablemente. El mejor líder es aquel a quién ni siquiera se le nota esa condición. No se va anunciando como tal y, sin embargo, va imponiendo su sello. Una de las entrevistadas en el libro, Carmen Reviriego, dice que las claves del éxito es que no se note.

–En el libro se habla de la necesidad de respetar el ciclo vital de las mujeres. Por ejemplo, la maternidad, que puede ser un obstáculo para llegar a ser directiva.
–En la mayoría de los casos es así. Para muchas empresas que una mujer esté en edad fértil es un problema.

–Y si se queda embarazada ya es un dramón.
–No sé si un dramón pero para muchas mujeres ha sido un freno en su carrera profesional. Al final muchas féminas, las que tienen más experiencia y un bagaje más aprovechable, tienen que dar un paso atrás precisamente por su maternidad.

–¿La solución?
– «Customizar» la carrera en función de nuestros ciclos vitales para, a los cinco años, volver a la primera línea.

–¿Carecemos de mujeres líderes en España?
–No, y tampoco de hombres. Fíjese la crisis que estamos atravesando: la mayoría de las grandes empresas españolas la están pasando con nota. Han sabido anticiparse a los deseos del mercado. Ahora el mundo pide líderes globales y España está en una posición en la que puede ofrecerlos, creo que ha crecido nuestra influencia.