España

El arte en caída libre

No es una metáfora, sino una conclusión: hasta un 33% se ha contraído el mercado español en los últimos cuatro años. Aunque el sector acumula crecimiento positivo desde 2001, el inicio de la crisis trajo las vacas flacas

Fotografía de «Aún aprendo» (1825-1828), un dibujo citado de forma recurrente en la bibliografía del artista que acaba de ser restaurado, y que se puede ver en la muestra
Fotografía de «Aún aprendo» (1825-1828), un dibujo citado de forma recurrente en la bibliografía del artista que acaba de ser restaurado, y que se puede ver en la muestralarazon

El mercado del arte se ha contraído un 33% en cuatro años. Es la principal y preocupante conclusión de un estudio sobre el sector que ayer presentó la Fundación Arte y Mecenazgo, una institución apoyada por la Obra Social de La Caixa. En un mercado con unas ventas totales de 300 millones de euros en 2011, generados en 75.000 operaciones anuales, la tendencia iniciada al comienzo de la década cambió su sentido en 2007, con el estallido de la crisis financiera mundial. En la última década, de hecho, el mercado ha crecido un 85%, pero esa cifra comenzó a escribirse en negativo en los últimos cuatro años, el periodo 2007-2011, en el que se ha llegado a perder el 33% del mismo.

Auge y contracción
En este sentido, el informe, firmado por Clare McAndrews, fundadora y directora general de la consultora Arts Economics, dibuja un ciclo económico para este mercado, con un periodo de auge espectacular, entre 2002 y 2007, en el que llegó a crecer más del 200%. Los peores años fueron los tres siguientes, en los que el volumen del mercado se redujo un 44%: en 2009, se bajó hasta 271 millones. Los últimos años, hasta 2011, son los del inicio de la recuperación en el terreno internacional, y en España se registró un crecimiento en ese periodo del 10,4%, si bien en 2011 las ventas totales cayeron un 5%.

El informe lamenta el déficit comercial español en este terreno: en 2011, las importaciones de obras de arte sumaron 88 millones, mientras que las exportaciones se quedaron en 66. También plantea otro problema del mundo del coleccionismo: unos precios medios más bajos que la media europea –tan sólo alcanzan el 39% de los comunitarios–, lo que hace que las obras más caras de nuestros artistas no se vendan en España, sino fuera. Así, en términos de valor, el mercado extranjero supone el 97% de las obras de artistas españoles vendidas. Con todo, se sigue vendiendo más catálogo nacional que extranjero: el 63% del valor del mercado de subastas se escribía en castellano.

Otro de los problemas que saca a la luz el informe es una cultura del coleccionismo «rezagada respecto a otros mercados más desarrollados». De fondo, claro, la situación económica general del país, pero, en primer plano, el texto sigue encontrando responsables: no sólo los particulares tienen menos ingresos o liquidez, sino que los presupuestos públicos se han reducido. Es una realidad que ilustra el recorte sufrido por las partidas de los Presupuestos Generales del Estado, presentados esta semana, destinadas a museos como el Prado o el Reina Sofía: el primero perderá en 2013 el 14% de su dotación, el segundo, el 20%. El Macba, que pasa de 1,6 millones a 650.000 euros, ha tenido que reducir exposiciones.

El estudio arroja datos curiosos, como que las bellas artes han resistido mejor que las decorativas y antigüedades –el primero supone el 71% del total–, sobre todo gracias a las ventas de arte moderno y contemporáneo. En las subastas, el 99% de los lotes vendidos en 2011 valieron menos de 50.000 euros y representaron el 85% de las ventas en términos de valor. En cuanto a las galerías, el 95% de las obras vendidas por éstas en 2011 lo fueron por un importe inferior a 50.000. Las ventas de galerías suponen tres cuartas partes del mercado del arte, y buena parte de su negocio lo realizan en ferias de arte, entre las que destaca ARCO.
En este contexto, una de las lecturas obvias es qué hacer. Con la anunciada Ley de Mecenazgo en barbecho, el mercado del arte necesita impulsos. Lo señala el informe, que arroja datos: 3.625 empresas, 11.625 empleados, 154 millones generados en diferentes servicios externos relacionados, sobre todo, con las ferias de arte... Pero, frente a este motor económico, que devengó 128 millones en impuestos el pasado ejercicio, el informe señala «la falta de apoyo institucional, de estímulos públicos y de reconocimiento social».

Aunque existen incentivos para los sectores más clásicos y para las obras de patrimonio histórico, «son pocos los beneficios fiscales para el coleccionista de arte contemporáneo. Tampoco hay incentivos para las donaciones ni un apoyo decidido a los pequeños museos». Ese apoyo tiene mucho que ver con la fiscalidad: el informe retrata «incentivos fiscales dispersos por todo el ordenamiento jurídico» y remarca que la subida del IVA al 21% «tendrá un efecto muy negativo en el sector». En este panorama, alguna ventaja debía haber: ahora se compra menos por moda. Vamos, que quienes coleccionan tienen un interés más genuino. El que no se consuela...