El ser humano como tema

BARCELONA- Pintura y escultura de grandes dimensiones son los soportes por los que se mueve la obra plástica de Jorge Rodríguez-Gerada. La Galería Ignacio de Lassaletta recoge en una exposición la obra de este artista, todas ellas con el rostro humano como ejes de esta producción.

El autor parte de los rostros anónimos de la calle para crear cada una de sus composiciones. El espectador de la muestra podrá encontrar especialmente miradas que invitan a interrogarse quién es. Es una reflexión de grandes dimensiones porque Rodríguez-Gerada crea composiciones pictóricas de casi tres metros por uno, logrando que quien contemple su trabajo quede absorto buscando su propio reflejo en las pupilas pintadas. Otro fragmento de vida plasmado en la pieza son labios cerrados y que parece querer abrirse para dialogar con el anónimo público, creando una evidente interactividad.

La otra gran característica es que el artista busca en los muros el soporte en el que realizará su composición. Es una pintura que, de alguna manera, bebe de los tiempos que vivimos, de un arte callejero que acaba estando al alcance de todo los públicos. En este sentido, no puede olvidarse que Rodríguez-Gerada realizó recientemente un gran retrato del presidente de Estados Unidos Barack Obama en las arenas de la playa de Barcelona.

La galería también permite conocer algunas de las colosales esculturas del artistas, piezas de grandes dimensiones de nuevo con el rostro humano como tema. Son imágenes que se salen de la piedra en la que descansan, volúmenes en piedra que se adueñan de la sala donde están expuestas.

Dentro de este conjunto, merece una mención especial una de las obras escultóricas de la muestra. Es la tercera de las obras que forma parte de la serie denominada «Memorylithics». Rodríguez-Gerada retrata a una niña con un detallismo casi fotográfico. De la piedra, convertida en una columna, sale la imagen de una niña que sujeta en las manos lo que podría ser el mando de una consola de video-juegos. Es, de alguna manera, el apoyarse en los parámetros del arte clásico para trazar un retrato de la actualidad, el arte que busca su inspiración en la calle, en la vida cotidiana.

También se exponen otras piezas construidas a partir de volúmenes, casi de ladrillos, como si quisiera explicar la edificación del ser humano que está viviendo el presente.