Sevilla

El conductor no paró porque creía que había golpeado un retrovisor

El acusado del atropello, en la imagen, confesó que tomó «cinco o seis copas» antes de coger el coche y marcharse de la discoteca
El acusado del atropello, en la imagen, confesó que tomó «cinco o seis copas» antes de coger el coche y marcharse de la discotecalarazon

Sevilla- Javier Gómez Ávila, para quien la Fiscalía de Sevilla pide nueve años de cárcel por atropellar mortalmente con su vehículo en noviembre de 2010 a Silvia Reyes, de 20 años de edad y domiciliada en Olivares, en las proximidades de una discoteca ubicada en la zona de Tablada, admitió ayer que en las horas previas al siniestro bebió «cinco o seis copas» y que cuando tuvo lugar el atropello circulaba a 20 kilómetros por hora, asegurando que no paró porque creía haber golpeado un retrovisor, no a una persona. Durante el juicio, celebrado ayer en el juzgado de lo Penal número 5 de Sevilla, el procesado negó que quisiera darse a la fuga e insistió en que no paró en el momento de los hechos porque no vio el momento exacto del impacto y creía haberle dado a un retrovisor o haber pisado «algo», aseverando que «si hubiera sido consciente de que era una persona, hubiera parado». Así, subrayó que «sintió un porrazo, pero no pensaba que fuera una persona».
Por su parte, el joven que iba de copiloto en el vehículo conducido por el acusado, Manuel S. L, aseguró que el imputado «hizo un par de amagos como de pillar o atropellar a gente», y fue en el tercero de estos «amagos» cuando se produjo el atropello, agregando que, una vez se produjo el impacto, le dijo hasta en tres ocasiones que «parara» porque «le había dado», pero no lo hizo y siguió adelante.