Enfermedades

Los ácidos invaden el esófago

El cambio radical en la vida de los pacientes con Barrett cuando se les diagnostica la enfermedad, junto con el miedo a que se convierta en cáncer de esófago, sumerge a los afectados en una profunda depresión 

La acidez se produce cuando el esfínter del esófago se relaja y permite el regreso del ácido gástrico al esófago | Imagen de archivo
La acidez se produce cuando el esfínter del esófago se relaja y permite el regreso del ácido gástrico al esófago | Imagen de archivolarazon

Dolor en la boca del estómago, ardores, acidez, digestiones lentas y pesadas, son algunos de los síntomas de la enfermedad conocida como esófago de Barrett. «Lo peor es el tema psicológico, ya que cambia tu vida por completo», explica Carlos Arribas. «Me la diagnosticaron con 35 años y tuve que dejar de salir de tapas, de beber alcohol; en definitiva, se acabaron las juergas», prosigue.
Y es que tras el diagnóstico, los pacientes tienen que cambiar sus hábitos de vida: evitar alimentos que pueden producir reflujo, masticar bien las comidas, no tumbarse después de comer o cenar, etc. «Estoy en edad de salir, y si me tomo una ‘‘tapita'' el fin de semana y me resiento del estómago, ya empiezo a darle vueltas al tema de la enfermedad», explica Inma, una de las afectadas por el síndrome. Inma ha sido tratada con antiácidos, como el resto de enfermos.
Estos pacientes son tratados a base de antiácidos como omeprazol, esomeprazol, etc.
 «En mi última biopsia –continua Inma– no había restos de Barrett, pero nunca te quedas tranquila, porque puede volver a aparecer».
Esta patología aparece cuando el ácido gástrico sale del estómago y se queda en el esófago, este ácido es muy fuerte y al estar fuera del estómago hace que las células del esófago cambien. El Barrett se mide por centímetros y después por las tomas de las biopsias.
«Dos días después del diagnóstico, fui hacer el testamento», comenta Juan Carlos Hernández, paciente y presidente a su vez de la Asociación de Enfermos y Familiares de Esófago de Barrett (Asenbar). «Tras los resultados de la primera biopsia, el doctor me dijo que esta patología era precancerígena. La única solución era la cirugía, pero en ese momento esto suponía un riesgo de muerte del 30 por ciento, por lo que según el médico, lo mejor era dejar crecer el tumor y, cuando fuera más grande, operarlo».
Tras esto, Juan investigó y descubrió una nueva cirugía con radiofrecuencia. «La intervención fue muy segura, en menos de una hora me eliminaron el Barrett, y de momento todo sigue bien», explica Juan Carlos.
En cambio, Carlos no ha superado la patología, por lo que tiene que seguir con el tratamiento y cada dos años debe someterse a las pruebas para ver el estado de la enfermedad, «sólo puedo esperar, pero siempre tengo el ‘‘run run'' en la cabeza de que pueda ir a más». explica.
Ante el desconocimiento sobre esta patología surgió Asenbar. Esta asociación, que cuenta ya con 205 socios, tiene el objetivo de difundir información tanto a pacientes como a especialistas.
 

De interés
para los afectados:
Asociación de enfermos y
familiares de Esófago de Barrett (Asenbar)
Correo electrónico: asenbar@gmail.com/
presidenteasenbar@gmail.com
Teléfono: 647 911 177
Web: www.asenbar.com