Lugo
Facebook salva la vida de un ave abandonada
Madrid- La noche del 28 de abril Orlando Gregorio paseaba como cualquier otro día con su perro por la carretera comarcal de Lugo. Pero aquella noche, a diferencia de las demás, Orlando se encontró con una sorpresa inesperada, un ave rapaz mojada y medio abandonada en medio del vial.
Tal vez fue la suerte la que hizo que este ave fuese localizada por un joven perteneciente al colectivo de ecologistas de SOS Coural, que gracias a su formación, supo actuar de forma correcta para salvarle la vida, aunque fuese tan sólo por unos días.
Una cadena de ayuda
El primero en darse cuenta de que había un ave abandonada en la carretera fue Xunco, el perro de Orlando, ya que cuando pasó a su lado, ésta se abalanzó sobre él. Así fue como el ave se quedó atrapado entre unas zarzas que le impedían moverse. Tras el susto, y al darse cuenta de la situación, Orlando se dirigió a su casa a coger una linterna para observar el estado del animal.
Tras comprobar que apenas se podía mover, lo primero que hizo fue llamar al 112. «Desde la Xunta me recomendaron que la metiera en una caja y que la pusiese a salvo hasta el lunes, y que para entonces, igual se acercaban a recogerla» aseguró Gregorio.
Ante la falta de ayuda que le podía brindar el 112, Orlando avisó a los vecinos, que le ayudaron con unos guantes y una chaqueta a recogerla y resguardarla en una caja. Tras rescatarla, pidieron consejo a dos profesores del colegio público Seoane do Courel, que les explicaron que se trataba de un águila culebrera, y que lo que podían hacer era taparla para que se tranquilizara, y ponerla en un lugar seco y caliente para que no pasase frío. No contentos con esta solución, los vecinos pidieron ayuda a una clínica veterinaria de la capital lucense, que se la denegó porque carecía de especialistas en ese tipo de animales. «Nos dijeron que mientras le diésemos unos granos, que ya estaría bien, ya que las águilas al parecer son todas carnívoros» añadió.
Así que finalmente, como último recurso, Orlando facilitó la foto del ave informando sobre su situación en su perfil de Facebook. Inmediatamente varios amigos empezaron a darle consejos para preservar la salud del animal. Pero el que realmente dio resultado fue el de un particular que recomendó a Orlando que contactase con guardias de Conservación da Natureza para que la recogieran. «A mí no se me pasó por la cabeza en ese momento una cosa así, ya que estaba ocupado con todo el trabajo de recoger al águila y de hacer las pertinentes llamadas», reconoció el ecologista.
Al día siguiente, un agente de este servicio recogió al animal y lo llevó al centro de O Veral. Dos días después, el animal falleció, según los responsables del centro, porque podría estar muy desnutrida.
Volcados por las redes sociales
A pesar de que fueron decenas las personas que aconsejaron a Gregorio qué hacer con el águila para mantenerla a salvo, al final, el tiempo jugó en su contra y el ave terminó muriendo. Gregorio cree que si el rescate se hubiese llevado a cabo con más rapidez quizá se habría llegado a tiempo de salvar su vida.
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