Hay vida después de la camorra

Roberto Saviano es un rebelde. Alguien incómodo. Un hombre que no acepta la realidad. Que pretende cambiarla. Por eso le quieren matar. ¿Quiénes? Los mediocres, los que sólo piensan en el beneficio propio, los que se enriquecen con la basura, los que construyen edificios, casas, lo que sea, con cemento de mala calidad. Saviano es un moralista. Una persona que todavía cree en la fuerza de los individuos para transformar el país. Esa corrupción que pudre el barrio, la cotidianeidad, lo que todo el mundo conoce.

Detrás de la realidad que describe, de la brutalidad de los sucesos corrientes, Saviano defiende una ética, una moral que ya ha desaparecido, y que no es más que un resplandor de optimismo, una lección de vitalidad. En una sociedad donde sólo progresan los sumisos, los asustados, los que bajan la cabeza, miran hacia otro lado y renuncian al criterio propio por miedo o por conveniencia, él se ha erigido en una posibilidad, en alguien con voz. Y eso molesta a los que se han arrogado la prepotencia de mandar, a los mafiosos de los monopolios. En «Vente conmigo», nueve historias reales que nacieron al regazo del programa «Vieni via con me», denuncia la Italia del «esto es así», del «todos somos iguales», «sucede en todas partes», «qué se le va a hacer».

La máquina del fango
Saviano protesta contra aquellos que desacreditan a los individuos que lo hacen bien; señala a los que pretenden hundir a los honestos que luchan contra los clanes y se esfuerzan porque la putrefacción de alrededor no les impregne la ropa, la conducta; da apellidos a «esa máquina del fango» que ensucia el nombre de los profesionales que se oponen, como Falcone (el magistrado que no se conformaba y que fue vilipendiado hasta que lo asesinaron) o Piero y Mina, que, con su historia de amor y la firmeza de sus convicciones, desafiaron sus existencias, y, luego, lo establecido. Hay que leer a Saviano porque, a pesar de las mafias, todavía, parece decirnos, hay esperanza. La del individuo que se opone y marca el camino, como don Giacomo, que, a pesar de las presiones de la camorra, hizo lo que tenía que hacer, y lo hizo con arreglo a la Ley. «No basta con llegar y hacer bien las cosas. Tienes que llegar y transformarlas». Muchos deberían tomar buena nota.

Sobre el autor
Es uno de los mejores periodistas de investigación, amenazado por la mafia, y un escritor con una prosa brillante para narrar sucesos
Ideal para...
todos aquellos que deseen conocer mejor la mafia y la heroica lucha que muchas personas mantienen por sus derechos
Un defecto
El libro se hace corto; seguro que muchos lectores querrían leer más
Una virtud
La sinceridad del texto y el estilo directo y elegante de Saviano
Puntuación: 8

«Vente conmigo»
Roberto Saviano
Anagrama
214 páginas. 16,25 euros.