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Sara quería la foto

La Razón
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¿Qué hacía la periodista Sara Carbonero, con un micrófono en la mano, junto a la portería de Iker Casillas, de quien es novia, mientras se jugaba el partido contra Suiza? Mi amigo Rogelio lo tiene claro: invitar a la foto. Ésa era la gráfica que todos los medios deseaban y buscaban. La instantánea o entrevista a pie de campo y a la entrada de los vestuarios es normal e inevitable. No es así la que recorrió el mundo mediático junto a la red de la meta defendida por su amado. Dicho esto, mi amigo alucina con el escándalo y la hipócrita indignación de numerosos periodistas españoles por la publicación en «The Times» de esa imagen y el comentario de cómo puede afectarle al portero español tan cercana compañía. Y alucina, porque todos esos profesionales parecen haber olvidado, por ejemplo, las horas y los espacios dedicados a David Beckam y su mujer, Victoria, cuando formaba parte de la plantilla del Real Madrid.

Tampoco recuerdan la persecución a Karembeu y su espectacular esposa, que respondía al nombre de Adriana. Rogelio, yo también, creemos que quien no quiere ser perseguido por las publicaciones, puede conseguirlo. Hay innumerables ejemplos en el fútbol y en el mundo del espectáculo: Zoco-María Ostiz, Pirri-Sonia Bruno, Alfredo Landa-Mayte, Van der Vart-Silvie, Fernando Hierro y un largo etcétera. Lo imposible es provocar o pactar según la conveniencia y, después, pretender el respeto a la intimidad. A lo que iba. La extraordinaria y bella periodista se encontraba de forma innecesaria en el lugar anhelado por la prensa. Otra cosa es que la prensa de la Pérfida Albión aproveche para desestabilizar a los nuestros. No les demos motivos gratuitamente. Así es la vida.