González presidente

MADRID- Ya es oficial. Con el apoyo de los 72 diputados del Partido Popular, la Asamblea cerró ayer el debate de investidura proclamando a Ignacio González presidente de la Comunidad de Madrid. El flamante jefe del Ejecutivo autonómico lo tenía rodado con la amplia mayoría de su partido en la Cámara, sin embargo, no huyó de las cuestiones que le lanzaron los portavoces de los grupos de la oposición en sus turnos de intervención.

Un debate en el que la actualidad introdujo la nota nacional. La unión de España, la posición de los diferentes partidos sobre la autodeterminación planteada por Mas en Cataluña y los disturbios en el Congreso el pasado martes centraron unas intervenciones en las que González hizo gala de su experiencia en la réplica, labrada durante sus nueve años como portavoz.

«Ha estado apurado hasta el final», dijo entre risas a la Prensa en sus primeras declaraciones como presidente justo antes de recibir la felicitación de su antecesora –«te he visto muy bien, fantástico», felicitó Esperanza Aguirre a su sucesor–, y su mujer, que siguió el Pleno junto a otros miembros de la familia de González. Para entonces él ya era el protagonista y anunciaba que hoy hará público un Gobierno que ya tiene perfilado «en la cabeza» y que tomará posesión el viernes. Pero dentro del hemiciclo, apenas unos minutos antes, era Esperanza Aguirre el objetivo de los discursos de los líderes de PSOE e IU. Porque, a pesar de que la ex jefa del Ejecutivo autonómico seguía la jornada desde la tribuna de invitados, su nombre estuvo en boca de todos.

Discursos plagados de coletillas
Propuestas sobre los problemas de los madrileños, pocas. El socialista Tomás Gómez se instaló en la coletilla «más de lo mismo, menos de todo» y, al tiempo que ponía en duda la legitimidad de la sucesión en el Gobierno regional, aseguró que «la unidad de España no necesitaba el "pitas, pitas"ni el boicot a productos catalanes. Ahora todos somos víctimas de su forma de hacer oposición, de su oportunismo irresponsable». Gómez no paró de preguntar «¿quién es usted?», pero González, ya como número uno del PP, encontró precisamente en las filas del PSOE la mejor respuesta: «No recuerdo que pusieran en cuestión la legitimidad de Griñán o Barreda cuando entraron, igual que lo hago yo ahora, en Andalucía o Castilla La Mancha».

El líder del PSM quería un encuentro cuerpo a cuerpo y, por eso, optó también por sacar a la tribuna un asunto tan relevante en la actualidad para los madrileños como el relevo en la presidencia Bankia. La jugada no le salió bien: «El primer apoyo que yo tuve para presidir Caja Madrid fue el suyo, señor Gómez, le agradezco mucho este apoyo», le recordó el presidente regional, que hizo gala de su meticulosidad y respondió punto por punto a todas las reflexiones de la oposición.

«Entró con un Tamayazo y sale por un Marianazo», inició su discurso un Gregorio Gordo (IU), más conciliador con González que hace dos semanas con Aguirre pero que, a pesar de todo, salió a la tribuna con escopeta cargada. La coalición insistió en su petición de adelantar las elecciones y habló de un «fin de ciclo» tras insistir en pedir un reconocimiento público en memoria de Santiago Carrillo. El líder de IU aprovechó sus 30 minutos de intervención para hacer un guiño al 25-S y asegurar que «el conflicto social no sólo no va a parar sino que se va a incrementar generado por ustedes». «Está usted mejor cuando usa el ingenio que cuando llama a las barricadas en la calle», le contestó González, que se mostró inflexible con respecto a los altercados en el Congreso: «No estoy dispuesto a justificar, incentivar y respaldar las acciones ilícitas que quieren cambiar en la calle la voluntad de las urnas», dijo para recordar a continuación que «Aguirre no llegó por el Tamayazo sino por ganar por segunda vez las elecciones y no aprovecharse de la división interna del PSOE».

Mucho más conciliador fue el debate con Luis de Velasco, portavoz de UPyD, que pidió a González que no recurra a «terminología de los nacionalistas» al pedir más financiación para la región, porque es un «triunfo» para los separatistas.

La sucesión ya es un hecho. El rey firmó por la tarde el decreto de elección como presidente regional de González, esta mañana tomará posesión y hará público su gabinete.