Bilbao

Voces vascas contra la mentira

El mismo guión, las mismas secuencias, pero tiempos distintos. El comunicado de la banda terrorista ETA llenaba las calles vascas de una mezcla de indiferencia, escepticismo, a veces esperanza... Para todos era el «Dejà Vu», ya estaba vivido y volvía a sobrevolar una pregunta: ¿será la definitiva? Conjugar los tiempos del verbo «creer» en una tierra castigada por el miedo, la extorsión, la kale borroka y el sonido de atronador de las bombas es difícil.

Voces vascas contra la mentira
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Nadie cree en ETA. Intentar que los vascos hablen sin miedo de ello, también cuesta.
LA RAZÓN ha recogido las opiniones de destacados vascos y navarros del mundo de la cultura, la justicia, la empresa o la Iglesia sobre el último comunicado de la banda.
«Superando mi cansancio y repugnancia a hablar de ETA como si fuera una interlocutora respetable, creo que no hay que hacer el menor caso a un comunicado más, tramposo y delirante como todos los anteriores», afirma el historiador Fernando García de Cortázar. Sabe que el objetivo de ETA es claro: «engañar a los incautos, buenistas y pusilánimes, y debilitar la acción del Estado en la lucha contra el terrorismo, aparentando voluntad de diálogo y esperando que el Gobierno relaje su acción policial y la Justicia la persecución de los delitos, incluidos los de apología del terror».

«A la espera del único comunicado aceptable –la disolución de la banda–, la democracia española tiene que demostrar su fortaleza venciendo cualquier tentación de negociar con el terror mismo o con su brazo político y persiguiendo con la ley en la mano todo delirio independentista antidemocrático y toda subversión del orden constitucional», asegura.
José Manuel Ayesa, fue durante 20 años presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra, una tierra en la que desde hace mucho tiempo los empresarios viven la extorsión.

«Estoy acostumbrado a la presión y la amenaza, pero intento vivir al margen, construyendo esta magnífica región». Para Ayesa, el comunicado de ETA «es más de lo mismo». «Soy escéptico. Además, hay algunas cosas que no mencionan: que el impuesto revolucionario sigue creciendo y la kale borroka también». Cree que «no hay que hacer caso» del contenido del comunicado y «seguir con la posición contra el terrorismo», aunque no ve voluntad. Dice que nada ha cambiado desde que ETA volviera a escenificar su «tregua». «Siguen moviéndose en los mismos parámetros. Me ha sorprendido la intoxicación de la izquierda abertzale y sus planteamientos». Aún así, los empresarios «seguimos preocupados y no nos fiamos».

Iñaki Arteta, guionista, director y productor de cortometrajes, ha narrado en varias ocasiones el problema del terrorismo en el País Vasco con valentía. Destaca que las treguas siempre las ha aprovechado ETA para rearmarse y coger datos de víctimas. «Sólo creeré cuando haya una foto en la que estén todas las armas en un montón y la banda terrorista diciendo que no pide nada a cambio. Lo que no puede ser es que los que han hecho tanto daño pasen de un día para otro al otro lado de la sociedad».

Para Arteta, la única actitud que hay que tener es la de «no negociar» y «no hay que darle ninguna esperanza al entorno de Batasuna en cuanto a su legalización». ¿Que pasará ahora? «Puede que nos perdonen la vida una temporada, pero la amenaza radical es la misma. Ellos actúan igual».

La Iglesia vasca pide que la tregua anunciada sea «definitiva e incondicional» y exigen el fin de ETA. El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, en su homilía exigió a ETA su disolución. «El momento actual hace más imperiosa, si cabe, esta llamada. La creciente esperanza de nuestro pueblo por la paz es ya un proceso imparable, y no tienen sentido alguno las resistencias que lo impiden». También el obispo de Bilbao, Mario Iceta, pidió por su desaparición, al mismo tiempo que destacó que «en una sociedad democrática no hay lugar para el terrorismo, que siempre hiere profundamente la dignidad de las personas y causa muerte y violencia. Que la vida de nuestro pueblo esté presidida por la paz y que el quehacer político y social discurra siempre por los cauces democráticos y el respeto escrupuloso a la dignidad de las personas», dice.

Anuncios insuficientes
Desde el Círculo de Empresarios del País Vasco los anuncios de ETA son «insuficientes». «Tienen que dejar las armas para siempre y abandonar los eufemismos». «Desde hace tiempo ETA no convence a nadie y no valen para nada sus comunicados», destacan.

Ángel García, magistrado del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, afirma que en el entorno de la abogacía el comunicado no ha «merecido ninguna credibilidad». Según indica, a los amenazados lo que les importa es el «anuncio definitivo del cese de la violencia y el abandono de la lucha o la actividad terrorista». García hace hincapié en que el abandono de la violencia de ETA debe hacerse «sin condicionamiento alguno», ya que en un Estado de Derecho no se debe incurrir «en ninguna contraprestación, bien política o de otra naturaleza».
No cree que en el País Vasco haya habido un cambio tras el comunicado. «Este paréntesis en la actuación violenta tampoco merece un aplauso, porque no soluciona nada, aunque aparentemente haya más tranquilidad».

Ángel Gago, secretario general de la Asociación de Hostelería de Vizcaya, asegura que el sector hostelero recibió el comunicado con escepticismo e indiferencia. «Estamos tan acostumbrados a verlo que le hemos dado poca importancia. El comunicado no sirve de nada; hay que coger el coche, presentarse en el lugar y decir que todo se ha terminado». Gago cree que no se deben hacer especulaciones sobre el fin de la banda terrorista, ya que «lo que hay que hacer es asumir las consecuencias de los actos» porque «aunque a uno le gustan las leyes, hay que vivir con ellas». «En la hostelería solemos decir que lo que no perjudica, mejora; por lo que el cese de la violencia siempre es positivo».