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«Los amos del mundo» toman Sitges

El encuentro anual de muchas de las personas más poderosas del mundo no se hace notar en la localidad costera. 

«Los amos del mundo» toman Sitges
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SITGES- Varios furgones de los Mossos d'Esquadra daban ayer la bienvenida, a su llegada al lujoso hotel Dolce de Sitges (Barcelona), al Club Bilderberg, uno de los más selectos del mundo y compuesto por el centenar de personas más influyentes y poderosas de Europa y Norteamérica. Asimismo, bloqueaban el paso a todo aquel que no fuera convenientemente identificado. Junto a los agentes, una veintena de activistas intentaban hacerse notar en señal de protesta por la presencia de los altos representantes empresariales y políticos.

Todo estaba preparado para garantizar la seguridad y el secretismo de la reunión anual del llamado club de «los amos del mundo». Desde ayer y hasta el próximo domingo, los invitados a esta cita, entre los que encuentran el banquero David Rockefeller; Bill Gates, propietario de Microsoft; el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet; o la Reina Doña Sofía, debatirán sobre la actualidad y marcarán las pautas del futuro del mundo, según la leyenda que gira en torno al Bilderberg. Sin embargo, nada se sabrá de sus conclusiones. Todo lo que ocurra entre los muros del hotel Dolce, cerrado al público y a cualquier cliente ajeno al club, será secreto, como viene siendo desde 1954, cuando se creó el Bilderberg. No obstante, se sabe que están previstas varias ponencias y encuentros informales entre los invitados. Eso sí, sin traductores, sin guardaespaldas y sin, salvo alguna excepción, cónyuges. Por otro lado, el golf Terramar espera la visita de la élite mundial mañana y, para garantizar el descanso de todas las personalidades, la organización pretende evitar que la discoteca L'Atlándida abra sus puertas a la multitud este fin de semana.

Tranquilidad absolutaMientras tanto, los vecinos de Can Girona verán limitada su capacidad de movimiento; en el cámping Sitges, ubicado en la entrada de la zona residencial, convivirán policías, clientes y activistas. Uno de ellos comentó a este diario que el principal objetivo del grupo es romper el cordón de seguridad, «por el bosque, que somos salvajes», para poder poner fin a la reunión.Y a unos cuatro kilómetros del despliegue policial, en Sitges nada parecía indicar que muchas de las personas con mayor poder de decisión del mundo, poco a poco, iban desembarcando en la localidad. Algunos lo hicieron ayer, otros lo harán entre hoy y mañana, como el presidente José Luis Rodríguez Zapatero que, de momento, ni confirma ni desmiente su asistencia a la preciada cita. Pero «en el pueblo todo está normal», aseguraron varios vecinos.