A pesar del arbitraje por Enrique Lacalle

El Barça ganó, como era previsible, al penúltimo de la tabla en el Camp Nou sin Messi y a pesar del árbitro, Velasco Carballo, bajo sospecha de nuevo, que no pitó tres penaltis de libro y expulsó a Piqué en el minuto 47, dejando al Barça con diez de forma absolutamente dudosa, posiblemente debido a una «vendetta» por un comentario en la media parte.
El árbitro madrileño dejó atónito al campo, como he dicho, por tres veces. Primero no vio un derribo de Gálvez sobre Alves, tampoco un empujón clarísimo de Botía a Keita y remató la faena obviando unas manos de Nacho Cases en el área sportinguista. Y lo más fuerte es que llueve sobre mojado, pues ya llevaba en la mochila dos penaltis que se tragó en Mestalla y que costaron dos puntos al Barça. Para cúmulo de desgracias, el equipo de Guardiola acabó con nueve por una lesión muscular de Alexis, que tiene para quince días. Otro más que amplía la larga lista de bajas. Pese a todo, con orgullo, frente a un ultradefensivo Sporting y con Iniesta de líder, el Barça se sobrepuso y ganó 3-1, con un Keita que, en su vuelta a la titularidad, con un zurdazo espectacular inclinó el marcador haciendo el 2-1, que luego Xavi sutilmente completó.
La Liga es larga, pues aún quedan muchos partidos, pero el Barça lo que no puede es permitirse un solo error, ya que no hay margen. El partido del Camp Nou frente al Madrid será clave. Ahí, entiendo, se decidirá definitivamente la Liga y Guardiola siempre ha dicho que las últimas tres Ligas las ha ganado en el Bernabéu. Bueno, a ver qué hace Mourinho. El próximo miércoles toca Leverkusen, que viene de noquear al Bayern en la Bundesliga. No creo que vayamos a tener problemas y pasaremos a cuartos.