Consellers al descarte

Tanto se anuncia la victoria electoral, que las quinielas sobre el próximo Gobierno valenciano se hacen inevitables, un asunto en el que los gatillazos son el denominador común. Sucede que nunca son tenidos en cuenta, porque nadie acude a la hemeroteca para comprobar la fiabilidad de las premoniciones mediáticas, provenientes siempre de alguna «garganta profunda» siempre interesada.
Nunca me sumo a estas profecías, entre otras cosas porque sé con certeza que nadie conoce las decisiones del presidente excepto en las horas previas al anuncio oficial. Es una de las pocas prerrogativas personales del «jefe», en este caso de Francisco Camps. Los aciertos son producto de la lógica o de la suerte, nunca de la información.
Mi amigo Rogelio viene comentándome hace días que cuatro consellers, uno de ellos con la boca pequeña, ya han comunicado al presidente su deseo de no continuar en el Ejecutivo. Uno, por prescripción facultativa, que podría derivar a un cargo sin demasiado desgaste. Otro, que tiene su mirada puesta en las generales y, mientras tanto, no haría ascos a permanecer en su puesto hasta entonces, acceder a un puesto de cierta relevancia o quedarse de diputado de a pie. El tercero, al parecer, aspira a senador territorial. El cuarto, si se lo piden, se quedará. Así es la vida.