Lorenzo: «La moto ahora no va mal y yo puedo dar un poco más»

Invitado a Barcelona por uno de sus patrocinadores, la empresa estadounidense Garmin de navegadores, el español ha respondido a las preguntas de los aficionados, tanto del ámbito deportivo como privado.

Lorenzo ha confesado a sus seguidores que fuera de los circuitos no pilota motocicletas por la certeza que tiene de que se mataría conduciendo "No sé ir lento. Para prevenir algo malo, prefiero ir en coche", ha dicho.

Sobre su caída en Silverstone, Lorenzo ha admitido que la ansiedad le jugó una mala pasada. "En el último Gran Premio, me pudo más la pasión que la reflexión. Me jugó una mala pasada la impaciencia por querer pasar a Andrea Dovizioso, cuando faltaban unas 13 vueltas", ha reconocido.

Lorenzo ha revelado que pocas veces es reflexivo en la moto, porque cuando ha pensado demasiado ha ido más lento. "Claro que piensas y eres conscientes de lo que puedes o no conseguir, pero no es un pensamiento profundo porque en el deporte te tienes que dejar guiar por las sensaciones y por el instinto", ha dicho.

Acerca del mundial de MotoGP, el piloto entiende que la presión la tiene ahora Stoner, tras alcanzar el liderato, y que a él le queda el papel de perseguidor, en el que ha reconocido que no se encuentra a disgusto.

Además, espera un nuevo motor para el Gran Premio de la República Checa y hasta que ello ocurra no tiene miedo de que Stoner se le escape en la general. "La moto no va tan mal y, además, tengo que ver con mis propios ojos que Stoner va a hacer más grande la diferencia. Yo también puedo dar un poco más. Tenemos una moto con la que podemos ganar", ha señalado.

Ha recordado que después de la carrera de Mugello (Italia), probará la nueva motocicleta para la temporada que viene, de 1.000 cc. "Tengo poca información. Será la primera vez que me subo a una moto de este cilindrada. Estoy bastante ansioso por probarla. No sé a qué nivel estará y si ofrecerá garantías para ganar", ha manifestado.