Nueva York
Nadal alumbra una nueva era
La conquista del «Grand Slam» con la victoria en el Abierto de Estados Unidos le consolida como el mejor jugador del mundo / Nadie ha ganado tanto y tan pronto
Con 24 años, tres meses y diez días, Nadal se ha hecho un hueco todavía más grande en los libros de Historia. Ninguna otra raqueta en la «Era Open» –desde 1968– ha ganado tanto y tan pronto. Rafa derrotó en la final del Abierto de Estados Unidos a Novak Djokovic y conquistó el «Grand Slam», los cuatro «grandes». Tres de ellos, Roland Garros, Wimbledon y el «Open USA», en 2010; el Abierto de Australia cayó un año antes. El mérito de Rafa Nadal va más allá de la precocidad y de tener ya nueve «grandes». Se ha situado al lado de media docena de leyendas como Don Budge, Rod Laver, Roy Emerson, Fred Perry, Andre Agassi y Roger Federer. Sólo los dos primeros conquistaron el «Grand Slam» la misma temporada y sólo los dos últimos pueden presumir, como Nadal, de haberlo ganado todo en tres superficies. De ser un simple terrícola, Rafa ha pasado en apenas seis años a dominar el circuito como número uno del mundo y ganarlo todo en todos los terrenos: cemento, hierba y arcilla. Una barbaridad y más cuando se vislumbra el futuro que tiene por delante. Si el físico le respeta, le quedan cuatro o cinco años a pleno rendimiento, y entonces...
El último campeón español en Estados Unidos antes de Nadal, Manolo Orantes (1975), lo tiene muy claro: «Puede ser el mejor jugador de la historia». El predecesor de Rafa y Orantes en Nueva York, Santana (1965), coincide: «Está en camino de ser el mejor jugador de todos los tiempos». Djokovic, la víctima en Flushing Meadows, lo ratifica: «Es muy frustrante porque cada vez que juego con él lo hace mejor. Tiene la capacidad para ser el mejor de la historia porque tiene muchos años por delante». Verdasco, su rival en cuartos, fue más directo en Twitter: «¡Qué grande!».
En el circuito existe la sensación de que hay número uno para mucho tiempo y eso apenas un año después de atravesar su etapa más difícil como profesional. En 2009, Rafa era más protagonista por sus molestias físicas que por sus resultados en la pista. El Nadal de esta temporada es un jugador diferente. La clave en el cambio está en su entorno. Su tío Toni y el equipo médico que le rodea le han convencido de que ya no es el momento de jugar todos los torneos. Éstos son tan importantes como aquellos compromisos a los que se renuncia. Las victorias significan poco si no van acompañadas de parones, del imprescindible descanso. Y si, además, su tenis evoluciona y encuentra nuevos recursos, suceden cosas tan mágicas como el partido ante Djokovic en la final. El propio Nadal lo reconoció: «He jugado el mejor partido de mi vida en el ‘‘US Open'' y en el día que más lo necesitaba».
El «Grand Slam» y la victoria en el «grande» que tenía pendiente no van a cambiar su vida. En su palco durante el partido estaban los de siempre, todos los suyos. Sus padres, su hermana, su novia Xisca, el entorno más cercano, el que no falla en las grandes citas, y que ayer le acompañó cuando mostró el trofeo y paralizó Times Square. «En mi vida me hubiera imaginado estar donde estoy, poder disfrutar con 24 años de lo que he vivido y lo que he ganado. Soy un superprivilegiado y doy gracias a la vida», señaló el tenista después de la victoria y antes de recibir una aplauso unánime de todos los medios que se habían congregado en la sala de prensa de Flushing Meadows.
Con el último tramo de la temporada por delante, Nadal tiene pendiente afrontar la gira asiática y preparar con las mayores garantías posibles el asalto a una de sus pocas cuentas pendientes, el Torneo de Maestros. Para ello no hará nada distinto a lo que ha hecho hasta ahora: trabajo, trabajo y más trabajo. «Lo que debo hacer es seguir trabajando, mejorando e ir paso a paso, que es como me han ido bien las cosas. No me planteo ser mejor que Roger y ganar dieciséis ‘‘grandes''».
Con la consecución del «Grand Slam», nueve «grandes», 18 Masters Series, 42 torneos en su carrera, la Copa Davis, el oro en los Juegos Olímpicos, 51 semanas como número uno del mundo... Nadal es único. Ha comenzado una nueva era. Su pelea ahora es contra la Historia.
Más retos
- El Torneo de Maestros. Es la última cuenta pendiente en el circuito, aunque este año no estaba entre sus prioridades. En Londres buscará ir más allá de las semifinales que ya ha alcanzado en dos ocasiones (2006 y 2007).
- El récord de «grandes» de Federer. Sólo seis jugadores tienen más que Rafa (9). El suizo suma 16. Tilden (10), Borg (11) y Laver (11) están a su alcance en 2011.
- El «Grand Slam» original. Sería el no va más. Ganar los cuatro «grandes» en el mismo curso. Sólo Donald Budge y Rod Laver lo han conseguido.
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