OPINIÓN: Las cuentas claras

Empieza un nuevo año y el president Artur Mas ha recibido como regalo de Reyes carbón. El déficit de la Gene-ralitat asciende a unos 7.800 millones de euros. Esto demuestra lo dicho desde hace tiempo, que la gestión del tripartito ha sido penosa para Cataluña. No entraremos en críticas, pues de nada sirven. Lo importante es tomar resoluciones y reducir el despilfarro acumulado por una dinámica que poco tenía de política.
Ahora ha sido la Gene-ralitat. Dentro de unos meses habrá elecciones municipales y cambios de gobierno necesarios. Cuando se levanten las alfombras nos daremos cuenta que el déficit de la Generalitat no ha sido algo aislada. Casi todos los ayuntamientos están endeudados. Hay excesivos gastos y pocos ingresos. Demasiadas personas calientan la silla sin ganarse el sueldo. Se doblan funciones y la transparencia brilla por su ausencia.
Los nuevos consistorios deberían pedir auditorías y explicar a los ciudadanos cómo está la situación real de los ayuntamientos. Estamos en momentos de cambio. La política llevada a cabo hasta ahora ha caducado. Hay que regenerar el sistema para ser competitivos. Un ayuntamiento o la Generalitat son como una empresa. Si los resultados no son positivos se ha de echar al director financiero. Sólo así los políticos recuperaran la confianza de los ciudadanos.