El futuro del oso por Antonio PÉREZ HENARES

Hace unas semanas que adelanté aquí la buena nueva y hoy podemos confirmar ya con toda precisión la noticia. Una de las más positivas y esperanzadoras en cuanto a la conservación de la Naturaleza en España y al avance de especies protegidas. En concreto al oso pardo, cuyas poblaciones llegaron a estar al borde de la extinción y a un paso de que su declive llegara a tales límites que hiciera ya imposible su recuperación. Entonces se llegó a estar en el umbral de apenas 70 ejemplares en la Cordillera Cantábrica. Pues bien, los datos de la Fundación Oso Pardo, que dirige Guillermo Palomero y cuya labor está siendo encomiable, dan la cifra este año, y quizás aún se amplie, de 28 hembras que han tenido crías este año pasado. La importancia del dato es enorme. Téngase en cuenta que en 1989 el número de reproductoras fue de tan sólo seis y en el 94 de únicamente tres. Hay que considerar que las hembras adultas no procrean todos los años sino cada dos o incluso cada tres. Es sin duda muy alentador poder dar a la población noticias como ésta que ponen de manifiesto que cuando la sociedad se implica, cuando el trabajo se hace bien, los resultados acompañan. Por ejemplo, de las 32 reproductoras, 25 están en el sector occidental, mientras que en la parte oriental el número es tan sólo de tres y permanece estancado. Modestas cifras, sí, pero gratificantes y señalizadoras de que el camino a seguir es el correcto y que quizás en breve esa «etiqueta» de «en peligro crítico» pueda dejarse en únicamente «en peligro». Ojalá haya un día en que también esta señal pueda desaparecer del todo.