Nueva York

El cerebro del 11-S será juzgado en un tribunal militar en Guantánamo

El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, ha anunciado este lunes que el autoproclamado organizador de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Jalid Sheij Mohamed, comparecerá ante un tribunal militar en Guantánamo para responder de las acusaciones de crímenes de guerra que se le imputan y que podrían costarle la sentencia de muerte.

Durante los últimos meses se especulaba con la posibilidad de que Mohamed, capturado el 1 de marzo de 2003 en Rawalpindi (Pakistán), fuera juzgado ante un tribunal civil en Nueva York tal y como deseaba el presidente estadounidense, Barack Obama, según el medio estadounidense. Sin embargo, Holder se vio obligado a paralizar esa decisión a causa de la presión popular, entre otros motivos.

Otros cuatro sospechosos de participar en la organización de los atentados del 11 de septiembre de 2001 serán juzgados junto a Jalid Sheij Mohamed. Se trata de los yemeníes Walid bin Attash, Ramzi Binalshibh, el paquistaní Ali Abdul Aziz Ali y el saudí Mustafa Ahmed al Hawsawi, según confirmaron fuentes oficiales bajo el anonimato. Mohamed y sus presuntos colaboradores comparecerán finalmente ante un tribunal militar en Guantánamo para responder de las acusaciones de crímenes de guerra que se les imputan y que podrían costarles la sentencia de muerte, según informa la cadena estadounidense CNN.

El pasado 7 de marzo, Obama levantó la moratoria para celebrar nuevos juicios militares en Guantánamo, pero reprendió al mismo tiempo al Congreso estadounidense por intentar bloquear constantemente sus intentos de juzgar a los encausados de Guantánamo en tribunales civiles.


EEUU decide que sea en Guantánamo para evitar más retrasos
Los acusados de los ataques del 11-S serán juzgados por cortes militares en Guantánamo para evitar nuevos retrasos, ante la oposición en el Congreso a que la causa pase a tribunales ordinarios, anunció hoy el secretario de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder. Holder compareció hoy públicamente para explicar que el juicio por los ataques del 11 de septiembre de 2001, en el que perecieron 2.976 personas, se celebrará ante un tribunal militar en la base naval estadounidense de Guantánamo, situada en la isla de Cuba.

Holder defendió de nuevo la conveniencia jurídica de procesar a los presuntos responsables de los ataques ante tribunales civiles y en Nueva York, una decisión anunciada en 2009 y que motivó duras críticas en grupos del Congreso y entre la opinión pública."Desafortunadamente, algunos miembros del Congreso han intervenido"impidiendo que así fuera, dijo Holder, quien criticó que los legisladores se opusieran sin tener acceso a las pruebas acusatorias que pesan sobre el presunto "cerebro"de los ataques Khalid Sheik Mohammed y sus cómplices.

Holder afirmó que, teniendo en cuenta el "poderoso"caso que ha preparado la fiscalía contra los acusados, la mejor manera de "resarcir a las víctimas y a sus familiares"era procesar a los acusados en un tribunal ordinario. "Evaluamos cuidadosamente las pruebas y llegamos a la conclusión de que podríamos probar la culpabilidad de los acusados sin salirnos de nuestras tradiciones y valores judiciales", agregó."Hoy me mantengo en esta decisión", recalcó.

Pero el secretario de Justicia reconoció que poco después de anunciar que los presuntos terroristas serían juzgados ante un tribunal federal en Nueva York, comenzó la polémica, no solo por la oposición de una parte de la opinión publica neoyorquina, sino también en el seno del Congreso. "Desde que anuncié esta decisión, los miembros del Congreso han intervenido e impuesto restricciones que han impedido a este Gobierno traer a los detenidos de Guantánamo a suelo estadounidense para ser juzgados".

Holder criticó con dureza la "indeseada"intervención de los legisladores, y recordó las palabras del presidente Barack Obama, que acusó a los republicanos de estar "minando y poniendo restricciones a los esfuerzos antiterroristas, y por tanto poniendo en peligro la seguridad nacional". "La decisión de a quién, dónde y cómo se juzga a alguien siempre ha sido, y debe seguir siendo, responsabilidad del Ejecutivo. Los miembros del Congreso simplemente no tienen acceso a las pruebas y a otra información necesaria para enjuiciar asuntos de procedimiento", destacó.

El secretario de Justicia no ocultó que los obstáculos impuestos por el Congreso "han dejado atado de manos a este Gobierno de una manera que puede tener serias ramificaciones", por lo que anunció que tratarán de apelar para revertir estas decisiones. Ante la evidencia de que los recursos tardarán en resolverse, y para evitar nuevas demoras en el juicio por los atentados ocurridos hace casi 10 años, el Departamento de Justicia ha decidido que se celebren en el marco de la justicia militar y sin salir de Guantánamo. "Hay una cosa en la que todos estamos de acuerdo, en llevar a los terroristas ante la Justicia", dijo Holder, al resaltar que tiene "plena fe y confianza en que las comisiones militares manejarán este caso como procede".