Estreno

Benckinsale todo por mi hija

Benckinsale todo por mi hija
Benckinsale todo por mi hijalarazon

Hay de todo en la viña del Señor: desde intérpretes que pinchan al natural (cuántas sorpresas depara la estatura auténtica de las estrellas masculinas) hasta otros que, nada más asomar la nariz por la puerta, dejan al periodista pasmado. Le sucede a la bella y frágil Kate Beckinsale, inglesa de pura cepa aunque tenga desde hace años a Hollywood hechizado. Gana de cerca. Protagoniza de nuevo (la tercera parte no, era una precuela) esta nueva ración de luchas intestinas entre vampiros y hombres lobo con novedad genética de por medio. «En la saga todo ha cambiado. A Selena la traicionan quienes la rodean, y se enamora de un humano... Recuerda a un personaje de Eastwood, frío, sin emociones. Pero ahora se convierte en madre, lo que supone una manera de que gane sentimientos», confiesa Beckinsale, que tiene un corte de pelo monísimo. En cuanto a las razones por las que la cinta resulta tan sangrienta, evoca que «Selena, al tener que proteger a la niña, se transforma en una mujer un poco más violenta. Me pasó lo mismo desde que tuve a la mía, cambié».

Con todo, advierte que «es un papel lejano. Mi género preferido es el dramático, los clásicos, Sha- kespeare, Chéjov... De ahí que sea un reto meterme en la piel de Selene». Cuya destreza física tampoco es manca: «El mayor problema fue la preparación para la primera cinta, sentí miedo, ignoraba si saldría airosa en las escenas de acción. Pero entrené mucho y funcionó. Antes de rodar la nueva, me asustaba no aprender las coreografías, y a pesar de que me preparé en poco tiempo, fueron tres semanas muy largas...». Normal que alguien le pregunte también por Sigourney Weaver, aquella Ripley huesuda que liquidaba aliens casi con los ojos cerrados:«Esta vez no ha influido, pero cuando empezamos la saga sí. Se trata de la heroína de acción por excelencia. Sin embargo, ya soy mi propio referente». Para Beckinsale, a quien pronto veremos en «Desafío total», «remake» de la protagonizada en 1990 por Arnold Schwarzenegger, y «Contraband», la familia, en serio, resulta clave, de ahí que este mundo tan raro nuestro la inquiete: «Te preocupas por los tuyos y me siento desconcertada, porque cuando me crié no teníamos una revolución tecnológica así, los móviles, internet... Estamos enganchados. Es una avalancha de información permanente, lo que, repito, te puede llevar a cierta paranoia». Ella, no obstante, parece tranquila y en paz. Qué envidia.