Mas hará un recorte de 4000 millones para salvar el déficit

BARCELONA- El Gobierno de Artur Mas apenas lleva tres semanas en funcionamiento, pero la situación de las finanzas públicas de Cataluña es tan delicada que el presidente de la Generalitat ya se ha visto en la obligación de enviar emisarios a Madrid para contener las advertencias que el Gobierno está realizando sobre limitar su futura capacidad de endeudamiento. Mas desveló ayer en el Parlament que los contactos entre la Generalitat y el Gobierno no son únicamente telefónicos, sino que su titular de Economía ya se ha subido al puente áereo para reconducir la situación. Andreu Mas-Colell viajó la semana pasada a Madrid para reunirse con el secretario de Estado de Economía, Carlos Ocaña, y abordar la situación.
Y es que aunque quedan varias semanas para que el Govern presente su proyecto de Presupuestos para 2011, el Ejecutivo nacionalista tiene claro que las cuentas que va a manejar la Generalitat serán sensiblemente inferiores a las de 2010, cuando ascendieron a 39.699 millones de euros. El president detalló que el Presupuesto «tendrá que ser, probablemente, un 10 por ciento inferior al que se gastó realmente este año pasado» (lo que daría una cifra de 4.000 millones).
Según lo acordado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), el déficit de Cataluña para 2011 debe situarse en el 1,3 por ciento. Para lograr esta cifra, la Generalitat está obligada a pasar la tijera y, de momento, sólo lo ha hecho en el personal eventual.
Mas reveló también que otra de las misiones que han afrontado úiltimamente en Madrid ha sido «ir a reclamar» el cobro de la parte que toca a Cataluña del fondo de competitividad en cumplimiento del sistema de financiación que pactó Antoni Castells. «¿Saben qué está pasando con este acuerdo de financiación? Que tiene dotación cero», aseguró Mas, que pidió la ayuda de todos los grupos. «¿Tenemos derecho a que los más de 1.000 millones de euros que este fondo le significa a Cataluña para este año 2011 se nos pague?», se preguntó retóricamente. Mas también explicó que el Gobierno se está negando a hacerlo efectivo con la «excusa» de que «si lo ponen para Cataluña, lo tienen que multiplicar para otros y eso provoca un mayor déficit».
La oposición evitó la crítica despiada al Govern porque todavía no ha cumplido un mes, pero ya hay suspicacias. La presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, aplaudió la reducción de consejerías, así como la disminución de personal eventual, pero reclamó al president que profundice los recortes.