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Viajar de sofá en sofá

¿Estaría dispuesto a viajar y dormir en el sofá de un desconocido? Así se puede resumir el concepto básico de «CouchSurfing», un servicio de hospitalidad en línea creado en 2004 cuya filosofía se resume en conectar viajeros de cualquier parte del mundo con personas que estén dispuestas a ofrecerles un alojamiento gratuito, normalmente una cama o simplemente un sofá, y que este verano está en auge en Madrid.

Liz y Rob, americanos, se alojaron durante su visita a Madrid en el salón de la casa de los «coachsurfers» españoles Gonzalo y Elin
Liz y Rob, americanos, se alojaron durante su visita a Madrid en el salón de la casa de los «coachsurfers» españoles Gonzalo y Elinlarazon

«A través del «Couchsurfing» conoces sitios que nunca conocerías como turista. La idea primordial es conocer gente y la ciudad, no ahorrarse dinero», afirma Beatriz, una aficionada a esta forma de viajar. Liz y Rob, dos norteamericanos que han visitado España por primera vez gracias a este nuevo método de alojamiento turístico, afirman estar enormemente contentos con la experiencia, que supone una inmersión directa en las costumbres y culturas madrileñas. «Los fui a buscar al aeropuerto. Pero otras veces les dejo la llave debajo del felpudo», explica Gonzalo, gaditano residente en Madrid, que se ha encargado de alojar a la pareja americana hace unos días en el salón de su casa.

Internet facilita el contacto entre «caseros» y visitantes. A través de la web www.couchsurfing.org los miembros pueden acceder a la localización de contactos en aquellos lugares donde tienen previsto desplazarse, o en las cercanías –en un radio de unos 20 kilómetros–, y pedirles hospedaje. Llegados a este punto puede haber quien piense que viajar a un país y dormir en casa de un desconocido es una locura. «Es lógico, pero nunca he tenido un problema», afirma Gonzalo.

Además, la web dispone de una serie de medidas de seguridad: referencias personales (comentarios de otros usuarios sobre su experiencia en las casas), niveles de verificación sobre estos datos y los «alojadores» pueden pedir a otros usuarios avales sobre las personas que va a recibir.

«Tienes que tener claro que no vas a un hotel. Puedes dormir en una cama, en un sofá o incluso en el suelo», afirma Nuria, una de las alrededor de 17.000 «surfers» que hay registrados en Madrid. España se sitúa en el séptimo escalón del ranking mundial por número de alojamientos de este tipo y la capital, con 4.917 «sofás» disponibles, ocupa el puesto número 13 en la lista de ciudades, sólo superada en nuestro país por Barcelona, que es la décima.