Andalucía

El andalucismo enriquece nuestra democracia por Pilar GONZÁLEZ

La Razón
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Escribo como demócrata. Y me dirijo a ti como demócrata. Los dos sabemos el peligro que corre una democracia cuando no trata a sus ciudadanos como personas libres e inteligentes. Cuando se les priva de su legítimo derecho a intervenir directa y activamente en la vida pública. Cuando se les amputa la posibilidad efectiva de conocer al mayor número de opciones políticas para poder elegir libre e inteligentemente entre ellas. Ambos males están enfermando nuestra democracia. Nunca como ahora el ciudadano se ha sentido tan indefenso frente al secuestro de su soberanía por las instituciones. Y nunca como ahora ha visto reducida su capacidad de elegir entre las marcas blancas de este raquítico bipartidismo. Hemos desacreditado la política. Hemos matado la esperanza. Por eso te escribo a ti, como demócratas que somos, para volver a reivindicar con dignidad la política y la esperanza. Para confiar en la democracia. Y construirla juntos.
Nuestra constitución y nuestro estatuto definen la democracia como la suma de la democracia participativa y representativa. Las dos están muy heridas en Andalucía. Precisamente donde la ciudadanía y el pluralismo político deslumbraron a España en los albores de la democracia. La transición diseñó un modelo de Estado territorialmente asimétrico (diferenciando a Euskadi, Cataluña y Galicia), generando una perversa ley electoral para consolidar el bipartidismo en el resto de España. Contra ambas previsiones se levantó el pueblo andaluz: el 4 de diciembre de 1977 y el 28 de febrero de 1980 modificaron para siempre el modelo competencial del Estado; y el andalucismo garantizó realmente el pluralismo político como valor superior inderogable. Desde entonces, la estrategia ha consistido en la eliminación del hecho político diferencial de Andalucía. Solaparon nuestras elecciones autonómicas a la generales. Y ahora pretenden condenar a la invisibilidad mediática a un partido con casi 300.000 votos en las últimas elecciones municipales y 600 concejales. Duele que los andaluces vieran por televisión que Bildu se presenta a estas elecciones y, sin embargo, no pudieran contemplar el inicio de campaña del PA. Que TVE me entreviste dos veces y Canal Sur ninguna.
Por eso es tan necesario el andalucismo. Su presencia garantiza el pluralismo político en Andalucía. Y por eso reivindicamos más democracia real. Fuimos los únicos que denunciamos en Euskadi el expolio de Cajasur. Los únicos que advertimos y denunciamos el expolio del Guadalquivir… Nuestras manos abiertas y limpias enriquecen la democracia. Sin ellas, perdemos todos. Pierde Andalucía.


Pilar González es secretaria nacional del PA y candidata del partido a la Alcaldía de Sevilla