Elecciones generales

Una elección muy abierta por Manuel Coma

La Razón
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Algo entre el 46 y el 47 parece ser una cifra mágica en las elecciones americanas. Representa la base de ambos partidos, que parece esta plenamente consolidada, es decir, cada uno puede contar con que los suyos van a cerrar filas y acudir a las urnas como un solo hombre, lo que significa que lo que hay que conquistar es un puñadito de «no decididos».

Es, de hecho, el margen aproximado entre el que se han movido las intenciones de voto según los promedios de las encuestas, siempre Obama un poco por delante de Romney. El impulso que recibieron de sus respectivas convenciones fue mayor para los demócratas y ha sido más reciente, con lo que su efecto es más fresco.

Aumentó la ventaja, pero va desvaneciéndose lentamente de día en día y ayer estaban 48,4% frente al 45,5%, según el promedio de las principales encuestas. Preguntar a una muestra que incluye a casi el 40% que podrían ser votantes, pero que no se inscriben en el censo electoral, que no lo confecciona automáticamente el Estado, refleja una opinión pero predice mal los resultados. La prestigiosa Gallup, interrogando a los inscritos, entre el 11 y el 17, le da sólo un punto de ventaja a Obama. La muy seria encuestadora Rasmussen, preguntando entre el 15 y el 17 sólo a quienes declaran tener la intención de votar, pone a Romney dos puntos por delante.

En definitiva, muy igualados, mucho más de lo que dice la gran Prensa americana, claramente «liberal», que es como allí se llama a la izquierda, abiertamente partidaria de Obama, rozando el sectarismo, por el que su buque insignia, el «New York Times», surca a placer. Lo que es más, en los aproximadamente ocho estados que se consideran «campos de batalla» –porque en ellos se decide la mayoría en el Colegio Electoral que finalmente elige al próximo presidente–, la ventaja de Barack Obama es también menor de lo que se cacarea.

En contienda tan reñida todo parece valer. El viejo «fair play» anglosajón ya no es más que una leyenda. La última algarabía contra Romney es la del 47%. Dijo en una reunión privada que ése era el porcentaje de los que pagan cero impuestos, cautivos, como con nuestro PER, del Gobierno. Cautivos no están, pero 47% son. Metedura de pata que la Prensa magnífica mientras echa tierra a las de Obama.