Crisis económica
Un cascabel para la Sanidad por Sergio ALONSO
Lo dicen todas las escuelas de negocios del país, los especialistas en economía de la salud, y los agentes del sector que tienen dos dedos de frente y no están conchabados con el Ministerio de Leire Pajín ni con las ramas más trasnochadas e inmovilistas del PSOE: España está en serio riesgo; el desempleo merma los ingresos públicos y el déficit anda desbocado. Como la Sanidad acapara cerca del 50 por ciento del presupuesto de cada autonomía, cualquier reforma que se haga en el país tendrá que pasar inexorablemente por la transformación de este pilar del Estado del Bienestar que se sostiene ahora sobre un charco de barro. El cambio del modelo resulta inevitable porque, tal y como está configurado, seguirá siendo insostenible. Aunque se le inyectasen de golpe –algo imposible, dadas las circunstancias del país– dos puntos del PIB. Y esa reforma no debe quedarse sólo en el copago, aunque constituya quizás el mejor punto de partida para iniciarla, porque conviene concienciar al usuario del gasto que supone la atención médica.
Más allá de este sistema modulador de la demanda, hay que acometer un cambio para que el sistema se adapte a la sociedad, lo que implicaría que la Sanidad deje de serlo sólo para los enfermos agudos, y se convierta en una Sanidad de crónicos. Si a éstos se los trata con la tecnología y los medios de los primeros, la ineficiencia y el sobrecoste se disparan. Conviene también atemperar las inversiones, dar entrada a la privada en el proceso de construcción y gestión de centros, y actuar sobre el régimen de los trabajadores, para facilitar la movilidad dentro de las comunidades y reducir el absentismo. Como el Ministerio de Pajín no hace nada, serán sus sucesores los que tendrán que ponerle el cascabel al gato.
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