El acecho por Manuel Muñoz Hidalgo

Se puede superar el déficit con el programa que diseña Europa porque nuestra sociedad es capaz y tiene suficiente coraje pero con la misma exigencia aplicada a políticos e instituciones autonómicas. El Banco Europeo antes de intervenir o prestar dinero se informa, inspecciona, espía, acecha, vigila minuciosamente a quienes piden ayuda para tener suficientes avales que garanticen las prestaciones financieras.
Ha detectado que sobran políticos, sobran subvenciones y asociaciones con dependencia orgánica de partidos políticos con representación en las Cortes Generales, que no se eliminan gastos superfluos, que en el pasado junio El Congreso rechaza una iniciativa legislativa popular que propone eliminar las «prebendas» de la clase política cesada, que encarecen el gasto público. (Se entiende el interés por conseguir, entre otros, el puesto de diputado, a cuyas elecciones se presentan en esas listas cerradas numerosos aspirantes. Tras conseguir el puesto les toca el gordo de la lotería. No me parece que sean ellos los más indicados para hablar de sacrificios a los que no tienen un puesto de trabajo o a los que su nivel adquisitivo no es para echar las campanas al aire).
Europa sabe de los miles de millones de euros que determinadas entidades bancarias han hecho desaparecer y ahora se le favorece por intereses comunes sin castigo a los responsables, obligando a devolver lo robado, que los sueldos de tantos cargos políticos en la empresa pública o semipública son «escandalosos»...
Quienes han provocado la recesión económica y el malestar social que eviten el acecho si es posible.