Dramático parricidio en Barajas

Una mujer de 60 años, María Isabel Martínez Sanz, murió ayer apuñalada en su domicilio presuntamente por su hijo mayor, de 33 años, José Antonio Bravo Martínez. El suceso tuvo lugar en el barrio madrileño de Barajas, concretamente en el primero C de la calle Paseo del Zurrón número 8. Todo ocurrió sobre las tres de la tarde cuando en el lugar de los hechos se encontraba la víctima junto al presunto asesino y su hijo pequeño, Jesús, que se encontró a su madre con una herida en el tórax de 12 centímetros de profundidad por la parte trasera, según informó el servicio de urgencias.

Los servicios sanitarios realizaron una reanimación cardiorrepsiratorio de treinta minutos pero nada pudieron hacer por salvar a la víctima. Según palabras del tío y cuñado de la víctima, José Antonio Bravo, hacía un par de meses que el supuesto parricida se encontraba en el paro. Trabajaba en el servicio técnico de mantenimiento de una cadena de televisión y todo apunta a que le despidieron por una «pelea que tuvo con un compañero». «Hoy estaba con él a las 13:00 horas en un bar de aquí cerca. Se tomó un par de botellines y se fue a comer a su casa. Sobre las 16:00 horas me llamó mi sobrina para decirme que José había matado a Maribel», afirma el tío. La víctima residía en el mismo edifico junto con sus tres hijos: el más pequeño en la planta baja con su madre, el presunto homicida en la segunda y la hermana en otra de las cuatro plantas. Esta situación se debe a que hace alrededor de 10 años les tocó la lotería (alrededor de 500 millones de las antiguas pesetas), tanto a la familia como a varios vecinos de la zona.

El quiosquero del barrio desde hace 24 años, Javier Álvarez Menéndez, afirma conocer bien a la familia, ya que le compraban dos décimos de lotería (siempre compraban los mismos números: el 36.213 y el 39.355) todas las semanas: «La familia es encantadora. Ella (la víctima) era muy humilde. Esta misma mañana se llevó un décimo de lotería». Sin embargo, habla del presunto asesino como una persona «algo inestable», ya que hace un par de semanas se puso algo violento al llevarle la contraria en una conversación que mantenían, hecho por el cual «le cogió miedo». Aún están por esclarecer los motivos del crimen, aunque algunos vecinos apuntaron a una posible pelea porque la víctima se negara a darle dinero para droga.

Además, el quiosquero relata que hace poco tiempo el presunto asesino le dijo: «Cuando más a gusto estoy es cuando mi madre se va de vacaciones». Por ello, comenmtan que las relaciones familiares podían no ser tan buenas como parecían. Un comerciante de la zona afirma que José Antonio Bravo Martínez le debía 100 euros y que a su local no iba porque si no «le mataba a palos». El grupo de homicidos número X llegó al lugar de los hechos alrededor de las 19:30 horas para recoger el cadáver, ante la visible emoción y tristeza de vecinos y familiares. Ahora serán ellos los que deben fijar las causas del terrible parricidio.

Se disparan los crímenes

La estadística de homicidios ha crecido en la región en los últimos dieciocho días, en los que siete personas han muerto de forma violenta, mientras que desde el 1 de enero al 24 de julio el número de víctimas mortales por crímenes era 22, según el recuento de Efe. Desde el 25 de julio han muerto dos mujeres a manos de un hijo, otras dos han sido víctimas de la violencia machista y un joven de 17 años está acusado de la muerte de su bebé.