Hollywood

El ERE de los Beckham

Han dejado de ser los más sexys del planeta y ya no tienen el mismo tirón publicitario. Sus ingresos bajaron hasta tal punto que han tenido que despedir a 14 sirvientes

En sus recientes apariciones públicas, Victoria y David han dejado atrás su imagen más glamourosa. En la imagen, con su hijo Cruz
En sus recientes apariciones públicas, Victoria y David han dejado atrás su imagen más glamourosa. En la imagen, con su hijo Cruzlarazon

«Vicky, menos Louboutin, que no llegamos a fin de mes». En casa de los Beckham toca apretarse el cinturón. Y no porque estén en la lista de damnificados de la burbuja inmobiliaria y el escándalo de Lehman Brothers.

Lo suyo es una crisis a la carta que se ha manifestado desde que hace un año y medio tanto ella como su esposo comenzaran a perder sus puestos en los ránking de los más elegantes, sexys, deseados e imitados del planeta. Ahora ya han perdido hasta su título de «ricos riquísimos». Lo adelantaba ayer «The Sun», que destapó que la que fuera pareja más «cool» se ha visto obligada a despedir a catorce empleados que trabajaban en sus casas por falta de solvencia económica.


El diario británico explica además que Victoria se ha visto obligada a llamar a su asesor económico para que revise las finanzas de la familia porque tiene miedo de que su estilo de vida «derrochador» fuera poco apropiado en estos momentos en los que la mayoría de la gente tiene que apretarse el cinturón. «Estáis tirando el dinero», comentó el consejero de la pareja cuando realizó el correspondiente chequeo y descubrió que el dinero volaba cuando tocaba pagar al personal de mantenimiento de sus cuatro casas: la de Herts (Inglaterra), conocida como «Beckingham Palace»; la de Los Ángeles, donde viven actualmente; la de Bargemon (Francia) y la de las Islas Palmera, en Dubai.


Asistentes en España
Acción, reacción, repercusión. De inmediato, el agente les propuso reducir el número de empleados. A priori, David y Posh se mostraron reacios a firmar el finiquito de algunos de los cincuenta que tienen en sus residencias; sin embargo no les ha quedado más remedio que prescindir de un nutrido grupo. Entre los despedidos en «Beckingham Palace» figura una ciudadana británica del servicio de limpieza y que llevaba trabajando para ellos desde hace ocho años y que será sustituida por dos extranjeras que juntas salen más baratas. Además, para ahorrar dinero, el jardinero jefe de la casa inglesa hará también, a partir de ahora, de chófer, sobre todo teniendo en cuenta que ahora viven en Los Ángeles.

En esta misma línea, han despedido a otros seis chóferes y a los siete jardineros que trabajaban en la villa de la pareja en Francia, así como a dos asistentes personales que tenían todavía en España, de la época madridista de David, aquella en la que Vicky olía a ajo por todas partes y se peleaba con la Obregón en el gimnasio.

Aun así, no se crean que los Beckham están a un paso de la bancarrota. Ellos, que lo valen, atesoran una fortuna valorada en 111 millones de euros y parece que no están dispuestos a renunciar a los 800.000 anuales que gastan sólo en maquillaje ni a vender los 400 pares de zapatos de firma que poseen. Tampoco parece que vayan a cambiar California por Benidorm ni dejarse ver por Casa Pepi, el refugio gastronómico de Belén Esteban. Sin embargo, deberían controlar la tarjeta de crédito y los caprichos de sus tres hijos: Brooklyn, Romeo y Cruz. Sobre todo, teniendo en cuenta de que sus ingresos se han reducido de forma alarmante –unos 30 millones de euros– desde que el cabeza de familia abandonara el Real Madrid.


Personajes quemados
Y es que la ex cantante y el veterano deportista son considerados «personajes quemados» en términos publicitarios y, por qué no decirlo, han envejecido. Victoria tiene 35 años y su marido, uno más. Lo han anunciado todo y han sido portada de casi todas las revistas del planeta, pero ya han dejado de ocupar las carpetas de los adolescentes y de ser ídolos juveniles. No son rentables y su lugar lo ocupan Zac Efron, los Jonas Brothers, Demy Lovato, Miley Cyrus... Tampoco encarnan la imagen de la típica familia norteamericana que veranea en Los Hamptons, dada su afición a los tatuajes y a lo dejado de su vestimenta, por lo que su espectro de público objetivo se ve reducido.

Así, a lo largo del presente verano Victoria tan sólo ha hecho una aparición pública en su presentación como diseñadora de interiores de Range Rover en Londres, cuando antaño un día sí y otro también vivía pegada a un «photocall». ¿La mejor prueba de que están en horas bajas? Giorgio Armani. El creador italiano, que antes los situaba en el «front row» de todos sus desfiles, ha decidido jubilarles como imagen de su línea de ropa interior. Y no es porque hayan perdido fondo físico, ya se encarga su equipo de cirujanos, dietistas y preparadores de impedirlo. El relevo lo han tomado Cristiano Ronaldo –futbolista como Beckham, pero aún más metrosexual que él y con un poder mediático sin límites– y Megan Fox –una de las actrices mas atractivas de Hollywood, con más sensualidad que Posh–.

Hasta Fabio Capello se lo recordó la semana pasada al jugador de Los Ángeles Galaxy. «Beckham ya es demasiado viejo para la selección inglesa», sentenció el entrenador. Conscientes de esta falta de tirón, se han ido labrando profesiones alternativas, aunque David se resista a dar por terminada su carrera deportiva. No en vano, de momento es el mejor pagado de la liga norteamericana de fútbol, con un sueldo de 5,1 millones de euros por temporada, pero muy lejos de los 25 millones por los que le fichó el Madrid.

De todos los negocios que han emprendido, quizá el más fructífero sea «dVb», la firma de moda de Victoria. Y es que «celebrities» como Drew Barrymore, Sarah Jessica Parker, Heidi Klum y Cameron Díaz se han convertido en embajadoras de su diseños sin que medie un acuerdo comercial de por medio. «Tuve que demostrar que valía. Pero eso es algo positivo: todo el mundo tiene que demostrar que vale, no sólo yo», reconoció. «Quiero crecer como diseñadora. Quiero aprender las técnicas y crear más y más».

Y en este ansia emprendedor ha fichado a su marido para que diseñe la primera colección masculina de la firma, que verá la luz el próximo otoño y ha cerrado con la creadora británica de accesorios Katie Hillier. Por contra, este camino abierto le ha enfrentado de forma indirecta con firmas que tradicionalmente la elegían como embajadora y que ahora han desestimado tenerla en sus filas, conscientes de que Vicky está más interesada en promocionar sus diseños que los de otros.


Fracaso televisivo
Sin embargo, el intento de Posh de convertirse en estrella televisiva no ha cuajado. Más allá de los «realities» disfrazados de documentales en los que relataba cómo era su día a día, la prueba llegó cuando la contrataron como jurado en «American Idol», la versión norteamericana de «Operación Triunfo». Un solo programa bastó para comprobar su poca química con los espectadores y la prueba es que en la nueva temporada no se cuenta con ella. Tampoco fue más allá de un capítulo su colaboración con «Bob Esponja» prestando la voz. Ahora parece que es su marido el que se situará frente a la cámara. Su amigo Tom Cruise está más que interesado en ficharle para que haga al menos un cameo en la cuarta entrega de «Misión Imposible». «David es una estrella masiva con un enorme tirón mundial y muchas personas querrán verle en una película», defiende Cruise quien, además, cree que Beckham tiene el «aspecto» para ser un actor de Hollywood: «Posee el tipo, lo tiene todo, sería terrorífico».
Al parecer, la ex Spice, a la que se atribuye la conversión de David Beckham en un producto más que rentable, tiene en sus manos la última palabra sobre cualquier decisión financiera de la pareja, incluida los despidos de sus empleados.


El «Vogue» americano, la espinita
Victoria Beckham vive entregada a la moda y no hace ascos cuando se le propone posar en una revista que sea sinónimo de estilo y glamour. Sin embargo, la mujer del futbolista tiene una espina clavada: aún no ha posado para la edición estadounidense de la revista «Vogue» y está desesperada porque nadie se lo ha pedido y porque sus amigos ejercen de mediadores. No le parece suficiente haber posado cinco veces para la cabecera –la última, este mes para la edición turca–, sino que quiere cautivar a la editora Anna Wintour, que no ve a Posh lo suficientemente «it» como para darle una portada. Incluso hay quien afirma que la ex cantante envía flores a Wintour para conseguir su objetivo. En la pasarela, la ex Spice Girl ha conseguido un hueco entre los más prestigiosos diseñadores de moda y parece que día a día está teniendo más éxito con sus exclusivas colecciones de ropa.


Y su hermana, en la ruina
Por si fueran pocos sus problemas, ahora a David Beckham le ha salido a la luz una hermana pobre. Y es que el «Daily Mail» ha publicado un reportaje en el que se cuenta que Lynne Bekcham vive con una pensión de unos 200 euros semanales con los que tienen que subsistir ella, sus tres hijos y su pareja, por cierto, con antecedentes policiales por golpear a una ex novia. Al enterarse, el jugador de Los Angeles Galaxy dijo sentirse sorprendido porque asegura que siempre ha ayudado a su familia. Según declaraba, hace dos años le regaló a Lynne una casa de 300.000 euros en el condado de Essex, ubicado al este de Londres, donde ella vive actualmente con sus hijos Georgina, Freddie y Josh, y su conflictiva pareja Kevin Briggs.